Idaira Afonso Nazco fue elegida en la tarde de ayer reina infantil del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife en un espectáculo sensacional que dirigió Enrique Camacho, el alumno aventajado de Jaime Azpilicueta. Aunque, por su juventud, no recuerde el otro gran momento en la historia de las galas infantiles de película: la versión para la cantera que hizo su maestro con los Cuentos Infantiles, cuando trajo la Bella y la Bestia a la plaza de España. Los originales de la factoría Disney.

Fueron 110 minutos de frenesí. Trepidantes de ilusión. Con alta intensidad de emoción en cada detalle, cuidados milimétricamente. Elegir uno sería difícil pero, sin duda, los protagonistas fueron los niños, que, como ya presagiaba la letra del tema inicial de las K-Narias, demostraron que el Carnaval tiene futuro.

"Cuenta conmigo, hoy somos más, somos futuro del Carnaval" era la estrofa de la canción de una obertura que no fue el punto álgido, pese a su calidad, sino el de partida para en cada actuación subir enteros. Tras las K-Narias, Alicia Rodríguez, siempre una garantía, presentó a sus "grandes" compañeros en la conducción, Ainara y Romén, de 10 y 7 años, ambos componentes de Triqui-Traquitos. Espontaneidad y alegría son su tarjeta de presentación. Junto a lo innato de su singular faceta artística, el atrezzo cuidado de Leo Martínez, que preparó un cambio de vestuario, para salir de princesa ella y el pequeño con esmoquin al desvelar el veredicto.

Tras la obertura, presentación del jurado, en el que estaba el mismísimo Jaime Azpilicueta. Resucitó hace poco a "Jesucristo Superstar" en Tenerife y, gracias a su pupilo Enrique Camacho, la gala infantil anoche. Camacho le hizo un guiño tras la presentación, cuando recordó en un sketch de televisión los escenarios de la plaza de España. A partir de ahí, primer bloque de cinco aspirantes (de las quince). Al ver los trajes, casi todos, nadie diría que las carrozas no iban a salir este año. Luego, actuación del grupo Loli Pérez. Y sin tiempo para despistarse, segundo bloque, de cinco también.

"Estiró" en ese momento Camacho el escenario para que lo copara el ballet del Colegio Echeyde de punta a punta. Casi desde la refinería a la plaza de España. Lo llenaron todo. Luego, tercer y último bloque de niñas.

El escenario se convirtió en un acordeón en ese momento con los chicos del Club Patinaje Isanir, que tan pronto se concentraban en el centro como se abrían en abanico. Momento brillante y emotivo, el homenaje al 25 aniversario del grupo coreográfico Azahar. No hubo saltos en el espectáculo sino un conjunto con naturalidad y lógica.

Se vino entonces aún más arriba el show con la actuación de las comparsas. Llamativo fue bailar a ritmo de música moderna con traje de maño para una jota. Bajó la intensidad con Rebeldes, que entró a pelo, sin pasacalle, con su tema "Solo en casa", para luego mejorar en la despedida. Los únicos 15 segundos de silencio parecieron entonces una eternidad por el ritmo trepidante. La apoteosis del Carnaval volvió a tomar de lado a lado el escenario con todas las agrupaciones coreográficas en una puesta en escena que mostró el poderío de la cantera, un arco iris bordado con lentejuelas y pintado con purpurina multicolor.

Y a ese firmamento llevó Camacho la gala cuando subió a los más de mil componentes de las 21 murgas infantiles para, a una voz -mejor a voces, bien montadas-, interpretar el PasacalleMix de los 21 grupos. Los niños cantaron todos los pasacalles de sus compañeros que hasta ocupaban el patio de butacas porque desbordaban el escenario. Espectacular trabajo de Raquel García.

Tomaron el relevo Rasel y Eva, los artistas profesionales de la gala, que dieron un toque de calidad, como una lentejuela más en una chaqueta, que hizo bailar al recinto. Ellos, metidos en el patio de butacas, contagiando Carnaval, mientras se preparaban las 15 candidatas para proceder a la coronación. En ese momento, otro breve parón de segundos que los presentadores se echaron a la espalda para desvelar el veredicto.

Santa Cruz ya tiene reina infantil y gran director artístico -como demostró con el formato de la final de murgas a la americana y de la mano de Alexis Hernández-, que ordenó las actuaciones y, desde el conocimiento, tocó la fibra al sumar a una cantera que viene, visto lo visto ayer, con la fuerza de un huracán. El Carnaval claro que tiene Futuro. Y mucho.