"Contra el estado que no sabe encauzar la escena en un sentido contemporáneo como expresión humana o inicial a las inquietudes actuales. Contra los empresarios que no saben de otra cosa sino de un debe y un haber de taquilla friolenta, poseídos de una sensibilidad artística de señorito cursi y de turista ramplón. Contra el público adinerado cuya única misión es facilitar un medio para sus funciones digestivas".

Así reza parte del manifiesto que publicó Gaceta de Arte en el año 1933, texto que se reprodujo en el número 21 de dicha revista, en la que se reivindicaba y promovía una revisión y un orden nuevo en el mundo de la escena en España.

Fragmentos de este documento están reproducidos a gran escala en el centro de un simbólico ring de boxeo que preside la exposición "Teatro de vanguardia en Canarias. 1924-1936", abierta hasta el 28 de febrero, en el centro de arte La Recova de Santa Cruz.

Esta muestra divulgativa está integrada por treinta y seis paneles que informan sobre los principales hitos del mundo de la escena en las islas, los autores y sus obras principales, los estrenos, los colectivos y otras realidades que se dieron durante aquel fructífero periodo creativo. También se exhiben fotografías, ejemplares de libros originales y manuscritos en una serie vitrinas, además de una silla de principios de siglo del teatro Guimerá.

Roberto García de Mesa, alma mater de esta iniciativa, basada en su tesis doctoral, explicó que la exposición "es el resultado de las investigaciones que hice en mi tesis sobre el teatro de vanguardia en Canarias de 1924 a 1936. No quería que se quedará en un libro, sino que se pudiera ver, sentir y palpar en otro formato. También se va a hacer un documental que se estrenará el 6 de marzo".

Este investigador reconoció que el núcleo de la exposición es el manifiesto de Gaceta de Arte contra el teatro publicado en el año 1933. "Creo que había pasado desapercibido realmente. Es una especie de reforma ideológica contra el teatro de la comedia fácil. Es un planteamiento nuevo y único en la época, donde realmente se propone un programa de restauración del teatro para hacerlo más contemporáneo en su tiempo, porque se había quedado obsoleto".

Desde su punto de vista, el manifiesto "es fantástico. Lo firmaría hoy mismo. Considera que el teatro contemporáneo tiene que responder un poco a las circunstancias del momento. Este es un ejemplo de como se puede reestructurar socialmente desde diferentes capas, desde el público, los empresarios, el propio estado, los actores, los autores... Critica todo. Realmente es una buena síntesis de todo esto durante los años 20 y 30, por eso está en el centro de la exposición", explicó.

Todo el material escrito reunido en la exposición está complementado con un documental realizado por Jairo López (Digital 104) que tiene 27 minutos de duración. "No se dice lo mismo que en la exposición. Es una especie de diccionario libre con veintitrés conceptos que complementa lo que el visitante a ver en la exposición", comentó López.

También aclaró que se habla de temas como la periferia, lo internacional, la guerra civil o la realidad sociopolítica en aquel periodo. "Entrevistamos a catorce personas. El propio Roberto eligió a la gente que aparece, que trabajan en cuatro universidades, como Nilo Palenzuela, Pepe Arteaga, César Oliva, que es catedrático de la Universidad de Murcia, el hispanista Brian Morris, de la Universidad de California, o el yerno de Claudio de la Torre. Los catorce hablan de diferentes conceptos".