El Grupo Santander ganó 5.816 millones de euros en 2014, el 39,3 % más que el año anterior, y afronta 2015 con un objetivo muy claro: convertirse en el mejor banco comercial del mundo y ganarse la confianza de los clientes, accionistas y, en general, de toda la sociedad.

Así lo ha explicado hoy la presidenta del Grupo, Ana Botín, en su primera rueda de prensa de presentación de resultados desde que accedió al cargo, en la que aseguró que la prioridad a partir de ahora será el crecimiento orgánico, es decir que aumente el negocio de la mano de los clientes, a los que quieren vender más productos y que sean ellos los que traigan a otros clientes.

Ese crecimiento orgánico requiere capital y es el principal motivo de la ampliación de 7.500 millones de euros efectuada en enero y que suscitó reticencias entre los accionistas, a los que quiso tranquilizar, y a los que aseguró que no se debió a que antes no tuvieran capital suficiente ni a indicación alguna del BCE.

Y estas nuevas prioridades y esta nueva forma de hacer las cosas son también la razón principal de los cambios emprendidos recientemente en el consejo del banco, incluido el consejero delegado, que Botín calificó de "normales" cuando llega un nuevo presidente y que hay que hacer "lo antes posible" para que el nuevo equipo "se ponga a trabajar".

De los diez grandes mercados mundiales en los que opera, España es donde ve más oportunidades por la reactivación económica, que va "en la buena dirección" con un crecimiento previsto de entre el 2,5 % y el 3 % en 2015, aunque el Gobierno aún tiene que hacer más reformas y luchar contra el elevado desempleo, según el banco.

Botín también se mostró convencida de que Europa está "relativamente mejor" y celebró que el BCE actúe ya como banco central para toda esta región y ponga en práctica políticas monetarias favorables al crecimiento, como el programa de compra masiva de deuda.

Preguntada por Grecia, Botín aseguró que llegará a un acuerdo con Europa, pero ha dicho que "los países tienen que pagar sus deudas".

Respecto a la nueva estrategia del banco, Botín aseguró que la prioridad ahora mismo no son las adquisiciones, excepto en Portugal, donde se están mirando oportunidades, sino crecer y convertirse en un banco "sencillo, personal y justo", que contribuya a la creación de empleo y a la mejora de la sociedad.

La entidad ganó 5.816 millones de euros en 2014, el 39,3 % más que el año anterior, gracias a la mejora de los ingresos, al control de los costes y también a las menores provisiones que tuvo que dotar.

Entre los objetivos que se ha fijado el banco se encuentra, además de elevar su base de clientes vinculados a 17 millones en 2017, mejorar la rentabilidad de los dividendos "de manera sostenible" y tener un capital principal de entre el 10 y el 11 %.

También tienen previsto elevar el dividendo en efectivo de 1.000 a 2.500 millones de euros, objetivos que le obligarán a ser cada vez más cuidadoso en la asignación de capital de los negocios más rentables y con más potencial, además de ser más estricto en las posibles adquisiciones en el futuro.

Otra de las prioridades es el crédito, que ha aumentado en nueva producción, pero aún no lo ha hecho en términos de saldo, pues aún son muchas las familias y empresas que están devolviendo préstamos antiguos, así como bajar la mora por debajo del 5 % en 2017.

Y en el marco de esta nueva estrategia, Botín no descartó ligar las primas de los directivos a la satisfacción del cliente, algo que ya se ha hecho en el Reino Unido y que podría empezar por la propia presidenta. "Yo estaría dispuesta", dijo.