Nicaragua rindió hoy diversos homenajes al poeta Rubén Darío, el padre del modernismo literario, por el 99 aniversario de su fallecimiento.

El Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) anunció la inauguración de una exposición de pintura en honor de Rubén Darío, por un espacio de 30 días, con obras de los más destacados pintores nicaragüenses.

En esa exposición, el INC presentará parte de la obra del poeta nicaragüense en lengua miskita, en las ciudades caribeñas de Bluefields y Bilwi, así como recitales, lecturas de poema, teatro, danza y otras expresiones artísticas.

La Alcaldía de Managua lanzó el "Concurso del Monumento Nacional al Centenario de Darío", y anunció la construcción del "Museo Rubén Darío" en la costa del Lago Xolotlán, al norte de Managua.

La iglesia católica ofreció en la ciudad de León, a 97 kilómetros al noroeste de Managua, una misa para honrar al poeta, cuyos restos descansan en la nave principal del templo.

"Entre tantos homenajes (...) la iglesia no puede ausentarse y no se ausentará, porque queremos participar de estos festejos, porque sentimos que Rubén Darío siendo de toda Nicaragua, es de la iglesia", dijo el obispo de la diócesis de León, César Bosco Vivas, a periodistas.

Cientos de nicaragüenses presenciaron la misa para luego depositar ofrendas florales junto la estatua del león triste que yace sobre la tumba del más ilustre de los nicaragüenses.

El monumento a Rubén Darío, ubicado en el antiguo centro de Managua, también se llenó de ofrendas florales.

Los nicaragüenses colmaron las redes sociales de poemas, frases y fotografías del literato.

Los músicos más connotados de Nicaragua organizaron una serenata en el Teatro Nacional Rubén Darío, el escenario artístico más prestigioso del país.

Previamente, el Círculo Literario del Adulto Mayor (CLAM) había organizado una actividad en la que destacados artistas nicaragüenses declamaron, leyeron poesía, cantaron y debatieron sobre su vida y su obra.

Rubén Darío es conocido en su país como "el príncipe de las letras castellanas" y "el poeta universal", por haber revolucionado la lengua española.

Falleció el 6 de febrero de 1916 a los 49 años de edad, precedido de una fama que cultivó desde que aprendió a leer de forma autodidacta a los 3 años, y reforzada por su poesía, su prosa, sus trabajos periodísticos y sus representaciones diplomáticas, en países como Chile, Argentina y Francia, entre otros.

"Azul", "Prosas Profanas" y "Cantos de vida y esperanza" están entre sus obras cumbres.