Con palabras como las siguientes se iniciará la presentación de Gula en el acto de entrega de premios: "Desde el momento en que se abordó la idea de crear un restaurante nuevo que pudiera trascender todas las dimensiones del éxito, se pensó en un establecimiento superior basado en diseños de plena actualidad".

Así surgió Gula, el proyecto joven más destacado de la competitiva Milla de Oro del sur de Tenerife.

Se manejaron conceptos vanguardistas de arquitectura, diseño e interiorismo hostelero capaces de alumbrar una obra brillante y se delimitaron todos los puntos de vista que deberían influir en su finalidad. La idea era clara: los restaurantes no deben ser solamente para comer, práctica social que se puede realizar en locales corrientes, sino también lugares que permitan un encuentro con lo novedoso, sitios de estética definida con sabores precisos que el paladar aprecie para trasladarlos a las células gustativas de la memoria".

Y es que Gula, local abierto hace dos años, es un restaurante ejemplar. Con 13 cocineros y 12 camareros en rotación, cada noche ofrece un servicio con la convicción de hacer vivir a los comensales una experiencia gastronómica diferente. Es objetivo fundamental de este sitio que el turista -pero también los residentes- gocen del restaurante, lo comenten y retornen a sus mesas. En Gula emergieron propuestas de cocina que consiguen crear adicción, las cuales, como pioneros del método en Canarias, se presentan en carta iPad. Una cava, ubicada estratégicamente al fondo del local y colmada de vinos impresionantes de precio corriente, medio y alto, es lo único, en medio de su atmósfera minimalista, que hace desviar del plato la atención del comensal...