Mestalla acogerá el domingo a partir de las 12:00 horas el encuentro Valencia-Getafe, con el que el fútbol matinal se estrena en el estadio valencianista, un campo en el que ni los aficionados más veteranos recuerdan haber asistido a un partido de Liga en el mediodía dominical.

Es posible que Mestalla sea hasta ahora el único estadio del actual fútbol profesional español donde no se ha jugado en la matinal del domingo, no solo desde la implantación del actual sistema de horarios, sino en las últimas décadas.

Hasta ahora, al equipo valenciano nunca le había correspondido jugar en casa a las 12:00 del mediodía.

Aunque ni el club ni ninguna instancia futbolística se han pronunciado sobre los motivos por los que el Valencia no jugaba en como local en la mañana del domingo, la celebración del rastro de la ciudad en el aparcamiento anexo al gol norte de Mestalla había condicionado la decisión de que no se jugaran encuentros matinales.

Los puestos de venta del rastro situados más cerca del estadio se encuentran a tan solo unos diez metros de las puertas de acceso al campo, lo que hacía imposible la coincidencia entre la instalación del rastro y la disputa del partido en la matinal del domingo.

Hace un par de años, se asignó a las 12:00 del mediodía del domingo un encuentro entre el Valencia y el Osasuna, pero pocas horas después del anuncio del horario, éste fue modificado por la Liga de Fútbol Profesional.

Ahora, se ha vuelto a asignar esa franja horaria y es el rastro el que ha adelantado su celebración al sábado, circunstancia que se repetirá el 1 de marzo, cuando en Mestalla se medirán, también al mediodía, el Valencia y la Real Sociedad.

Mestalla fue escenario de partidos matinales hasta la inauguración de su ciudad deportiva, en 1991, aunque en ellos no participó el primer equipo del club.

Hasta entonces solía acoger algunos encuentros del filial CD Mestalla, equipo que tras la entrada en funcionamiento de las instalaciones del club en Paterna dejó Mestalla para jugar en el campo central de la ciudad deportiva.

En muchas de las matinales en las que el filial todavía jugaba en Mestalla solo se abrían las puertas de la zona tribuna y los partidos, de Segunda B o Tercera División, se disputaban con pocos aficionados, algunos de ellos seguidores visitantes si el rival no venía de lejos.

El sonido de todo lo que pasaba en el campo, ya que la altitud de las gradas hacía de caja de resonancia, era protagonista de los encuentros.

El Valencia va a experimentar con el encuentro ante el Getafe un ambiente que ni sus aficionados más veteranos recuerdan y que es consecuencia de los cambios que se han producido en los últimos años en la organización del fútbol español.

De esta forma, la relación entre el club, el estadio y hasta parte de la ciudad van a sufrir un cambio en su biorritmo futbolístico, tras haber sido durante muchos años el Valencia un equipo más nocturno que diurno.

Desde el estreno de la iluminación artificial en el estadio, en 1959, y siempre que podía elegir la hora del inicio de sus partidos, el Valencia optaba en invierno por jugar a las 16:30 o, sobre todo, a las 17:00 horas.

Otro escenario se planteaba con la llegada del buen tiempo. Los últimos partidos de Liga y los primeros de la competición siguiente, así como en los de Copa cuando ésta se disputaba en mayo o junio a la conclusión de la Liga, se jugaban el sábado por la noche.

La afición del Valencia estaba acostumbrada a que el encuentro empezara a las 22:30, para la mayoría de los asistentes después de cenar, con un horario más propio del cine o del teatro que del fútbol.

A los equipos visitantes se les hacía eterna la jornada de concentración hasta la hora del partido. Aquel fue un horario que llamó mucho la atención, por ejemplo, a Alfredo di Stéfano, quien primero como jugador y más tarde al entrenar al Valencia, siempre recordaba que en Mestalla los partidos empezaban hoy y acababan mañana.