El último informe de coyuntura económica de CEOE-Tenerife prevé una caída de 350.000 turistas extranjeros para este año en Canarias que se compensará, de forma parcial, con un repunte de 50.000 visitantes nacionales. Al margen de estas cifras, el Gobierno regional y las dos principales patronales hoteleras del Archipiélago (Ashotel y FEHT) comparten el diagnóstico en general. Mientras que el primero advierte de que 2015 va a ser "complicado y difícil" para esta actividad en las Islas, las otras dos se resignan a perder fuerza durante este ejercicio.

El viceconsejero de Turismo, Ricardo Fernández de la Puente, justifica que crecer de forma continua es "difícil" antes de admitir la existencia de "nubes" que hacen prever caídas en algunos mercados. Es el caso de los países nórdicos -en especial de Noruega y Rusia, ambos afectados por la caída del precio del petróleo y el retroceso de su moneda- e, incluso, Alemania, segundo segmento para las Islas, cuya economía se debilitará este año. "Pero el mercado alemán viene de crecer un 10% en 2014", matiza, mientras que el británico -el principal para Canarias- se espera que aumente.

"Tampoco pasa nada si no se hace un nuevo récord este año y bajamos un poco en la llegada de turistas porque lo importante es que el gasto medio siga subiendo", insiste. En todo caso, reconoce que 2015 será "complicado" porque destinos como Egipto "empiezan a reaccionar" y la bajada del crudo "acercará" el Caribe a Europa.

El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, está de acuerdo. "Grecia, pero más aún Turquía y Egipto nos harán daño en 2015". Alerta de que "hay que ser realistas: hay otros destinos potentes con menores costes laborales, pero en las Islas damos un servicio mejor".

El presidente de la FEHT coincide en la tendencia, pero está convencido de que el repunte nacional no será de 50.000 turistas -como estima CEOE-Tenerife-, sino que llegará a los 100.000 "sin duda". La caída de los mercados nórdicos, advierte, afectarán más a Gran Canaria, aunque el retroceso del ruso hará más daño a Tenerife, "aunque ninguno de los dos son mayoritarios", matiza.

La modificación de la ley turística para permitir la construcción de hoteles de cuatro estrellas sin vincularlos a la renovación, sino a criterios de eficiencia energética, significa, según Marichal, que el Gobierno "se dejó torcer el brazo por los empresarios de algunas Islas" -en alusión a Gran Canaria- y critica que la norma era una apuesta por la calidad en vez de la cantidad, "el modelo que quiere Tenerife".

Lo más paradójico es que Fraile -uno de los mayores impulsores de la modificación- tampoco quedó satisfecho con el cambio porque cree que la norma deja a la "arbitrariedad" del Gobierno la autorización para edificar hoteles de categoría inferior a los de cinco estrellas -técnicos del Ejecutivo velarán por que se cumplan esos parámetros-.

Fernández de la Puente suspira antes de defender que la norma incluyó el "consenso" al admitir lo que pedían en Gran Canaria, "pero alguien debe certificar los requisitos hasta que haya reglamento". Ashotel replica que esos hoteles "no serán más de lo mismo".

Del "consenso" al "se dejaron torcer el brazo"