No va más. El Tenerife tiene que frenar su racha negativa (seis partidos sin ganar y dos puntos de 18 posibles) en Anduva ante un Mirandés que tampoco llega al encuentro de esta noche en su mejor momento. De hecho, el conjunto burgalés dejó escapar la victoria hace una semana en el Municipal de Santo Domingo al dejar que el Alcorcón le igualara un 0-2. Tampoco ganó en su anterior comparecencia en casa, en la que tropezó ante el Racing de Santander en medio de una tormenta de nieve que dejó impracticable el césped.

Será ese uno de los condicionantes del partido de hoy. Los locales no han tocado la instalación esta semana, pero ya saben que el terreno de juego estará mal. También lo espera Raúl Agné, que vaticinó un partido de "fútbol directo, segundas jugadas y que se decidirá por pequeños detalles". Por eso, duda en la confección de su once inicial. Las bandas son su quebradero de cabeza. Busca un hombre del perfil de Suso para sustituir al sancionado capitán. Maxi sería la alternativa natural y el canterano Santi, una copia más perfecta del ausente.

Tampoco tiene asegurado su puesto Cristo Martín, que fue reemplazado al descanso del duelo ante el Girona. Víctor García y Juan Carlos Real están al acecho para colarse en el once. La otra baja blanquiazul confirmada es Ricardo León. El resto de la formación insular no presentará novedades.

En el Mirandés la duda está en la portería. Razak Brimah regresó a tiempo, pero tarde. El ghanés, subcampeón en la Copa de África, debería recuperar su puesto en detrimento de Imanol. Es la buena noticia para Carlos Terrazas. La mala es la ausencia del delantero Pedro Martín que, con unas molestias en el pie, vuelve a quedarse sin competir.

Será un duelo entre necesitados, pero en estos casos sufre más el que ocupa un lugar más bajo en la clasificación. Por eso, el Tenerife se mira en el espejo de su rival para cambiar la dinámica e iniciar un tramo tan positivo como el que tuvieron los rojinegros entre noviembre y enero.