Los casos de acoso escolar no se han incrementado en Canarias, aunque sí la sensibilidad hacia este fenómeno y la capacidad de detectarlo. Esa es una de las conclusiones que extrae la Consejería de Educación de los datos relativos a los dos últimos cursos, que reflejan un ligero aumento tanto en el número de situaciones denunciadas como en el de casos confirmados, al igual que en el de intervenciones realizadas.

En el curso 2013-2014 se diagnosticaron 67 casos de acoso escolar (o "bullying"), algo menos de la mitad de los que fueron atendidos (141), mientras que en el anterior fueron 50 de un total de 129 solicitudes de intervención. Año tras año se repite la misma tónica: la gran mayoría de los casos se registran entre los 10 y los 15 años de edad, lo que hace pensar a la Administración que suelen responder a "una mala maduración" del niño en su tránsito a la primera adolescencia, apunta Georgina Molina, directora general de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa del Gobierno regional.

Así, 58 de las 67 situaciones detectadas el pasado curso se dieron en este tramo de edad -32 entre los 10 y los 12 años y 26 entre los 13 y los 15-, transcurrido el cual el número de casos baja de forma apreciable hasta prácticamente desaparecer después de los 16. Por lo tanto, son los últimos cursos de Primaria y los primeros de Secundaria los más afectados.

"El niño no termina de socializarse adecuadamente y trata de establecer su lugar social acosando a otros", explica Molina. Los comportamientos varían según el sexo. El acoso de las chicas es, por lo general de carácter psicológico, en tanto que en los varones se manifiesta en forma de amenazas y presión sobre sus compañeros.

El peso del ciberacoso -el hostigamiento, humillación o intimidación a través de internet- gana peso dentro de este fenómeno. Algo más del 25% de los casos confirmados durante el curso 2013-2014 se inscribe dentro de esta variedad del "buylling".

El aumento de los casos e intervenciones entre los dos cursos ha ido en paralelo, según la Administración, a una mejora de la calidad del servicio de prevención y ayuda contra el acoso escolar. Según la respuesta facilitada por la Consejería al diputado de CC Nicolás Gutiérrez, en 2013 aumentó "significativamente" el número de intervenciones dedicadas a cada caso al incorporarse al protocolo la sesión educativa con alumnado observador. Esta "ha resultado la estrategia más eficaz y efectiva para confirmar el diagnóstico y disponer de las primeras medidas de protección a la víctima", añade el Ejecutivo en su contestación. Además, entonces comenzó a solicitarse en el centro la asignación de un "docente referente" para intervenir junto al servicio y mantener el seguimiento cuando la actuación finalizase.

La intención del servicio es trabajar con todo el alumnado que supuestamente ejerce el acoso. Sin embargo, continúa teniendo dificultades para obtener la autorización de las familias, aunque "cada vez se va consiguiendo más".

La reacción más frecuente entre las familias es de sorpresa -"se llevan un susto", según la directora general de Ordenación Educativa- y, en algunos casos, de negación. "Es comprensible, porque estas cosas no se ven en casa ni hay referencias en el entorno. Algunas familias se resisten a creerlo, aunque muchas lo reconocen y piden perdón a la víctima", señala Molina.

Desde el curso 2012-2013 y hasta noviembre del año pasado, 1.221 profesores de las Islas se habían formado -tanto presencialmente como, sobre todo, a través de internet- para prevenir y atajar el acoso entre sus estudiantes. Más del 99% de los participantes en estas acciones formativas han calificado de satisfactoria o adecuada la calidad de los contenidos a los que han tenido acceso y la misma proporción ha contestado que lo aprendido les será de utilidad para aplicarlo en su práctica docente.

las cifras

932 intervenciones se realizaron el año pasado, más del doble que en el curso 2012-2013, tras las 141 solicitudes de ayuda recibidas por el servicio de prevención del acoso escolar.

258 de esas intervenciones fueron con los alumnos que las pidieron, 170 con los estudiantes que habían manifestado conductas contrarias a la convivencia, 52 con las familias, 356 de coordinación docente y 96 con los alumnos testigos de los casos.

1.221 profesores participaron durante los dos últimos cursos y en los dos primeros meses del actual en las acciones de formación ofertadas por la Administración para ayudar a los docentes a abordar las situaciones de acoso.