El caserío de Teno Alto, en Buenavista del Norte, conoce bien el aislamiento. Hasta 1972 no se construyó la carretera que llega hasta las cumbres y llanos donde se reparten unas 40 viviendas. Y también sabe mucho del olvido, como el que sufre desde hace 20 años la única vía que comunica a sus vecinos con el resto de la Isla: estrecha, llena de baches y con el asfalto quebrado en muchos bordes. Un olvido que también afecta a la red eléctrica, que aún no llega a nueve casas; la TDT; la cobertura de telefonía móvil, o las explotaciones ganaderas, que tratan de sobrevivir sin muchas de las comodidades y avances que el progreso no ha traído aún a Teno Alto.

La asociación de vecinos Chiñaco se creó en 1995. Su presidente desde 2013 es Eladio González Verde, descendiente de una familia de Teno Alto "de toda la vida".

González Verde reconoce que las carencias del caserío se han ido resolviendo en los últimos 40 años, pero aún queda trabajo por hacer: "Antes ninguna casa tenía agua corriente y no habían caminos asfaltados, pero hay asuntos pendientes que no se han resuelto, como que la energía eléctrica llegue a todas las viviendas. En la actualidad hay seis casas en una zona y otras tres en otra donde aún no ha llegado la luz. Llevan esperando más de 40 años y ahora parece que la única solución es que ellos paguen todo", lamenta.

Su carretera cumple 43 años, pero a los habitantes de Teno Alto les preocupa la falta de mantenimiento y labores de mejora durante las dos últimas décadas. En la actualidad, la vía presenta un importante deterioro y su trazado sinuoso, estrecho y con el firme en mal estado es un riesgo. El Ayuntamiento de Buenavista y el Cabildo de Tenerife tienen un proyecto para mejorar la vía por fases, pero los vecinos temen que "ahora se vuelva a hablar de la carretera porque se acercan las elecciones y luego no hagan nada".

"El Parque Rural de Teno se nos vendió como una oportunidad para todos, pero al final solo ha traído más burocracia y trabas. Se ha invertido mucho dinero aquí, pero muy poco para mejorar la calidad de vida de los vecinos", lamenta.

A juicio del presidente de este colectivo vecinal, "lo importante sería que se acordaran de fomentar y facilitar la actividad agrícola y ganadera, que para Teno Alto es mucho más importante que el turismo, que es testimonial". La escasa cobertura de telefonía móvil e internet impide a los escasos negocios cobrar con tarjeta de crédito o mantener una página web. La TDT tampoco se ve en la mayor parte del caserío.

También hay carencias en agua de riego, poca actividad cultural y formativa, y muchas casas construidas hace décadas que ahora están fuera de ordenación.

Nombre y situación

Teno Alto debe su nombre a su situación, en las cumbres del macizo de Teno, en el municipio de Buenavista del Norte, en el extremo noroeste de Tenerife. Está a casi 13 kilómetros del casco de la localidad y a unos 7 kilómetros de El Palmar.

Población

Teno Alto tenía 101 habitantes en el año 2000. Según los datos del INE de 2014, el caserío cuenta ahora con apenas 80 vecinos. Según sus pobladores, hace dos o tres décadas su población se acercó a los 200 habitantes.

Reseña histórica

Los guanches ya habitaban en el entorno de Teno Alto, donde los medianeros y encargados del ganado ajeno vivieron en cuevas hasta casi el siglo XX. La emigración a Cuba y Venezuela permitió a algunos de aquellos pobladores ganar dinero para comprar las tierras ajenas en las que trabajaban y, poco a poco, fueron construyendo casas. La carretera se terminó en 1972.

Servicios y asociación

En Teno Alto los únicos espacios públicos son la ermita, la plaza y un pequeño centro cultural en la antigua escuela. La Asociación de Vecinos Chiñaco se fundó en 1995. En la zona hay una venta tradicional, una multitienda, un restaurante, un taxi y tres casas rurales. Quedan seis explotaciones ganaderas, pero llegaron a ser 16.

Fiestas

Teno Alto celebra en septiembre las fiestas de San Jerónimo y Nuestra Señora de La Candelaria, que atraen a numerosos visitantes que suelen acampar durante un fin de semana. El próximo día 21 de febrero, el caserío celebra también el Baile de Piñata, un carnaval de los de antes.

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