Santi Jiménez Luque (Málaga, 12 de enero de 1993) pasó en apenas una semana de ser casi un desconocido para la mayoría de aficionados del CD Tenerife, a verse sobre el terreno de juego de Anduva, el pasado sábado, con el uniforme del equipo blanquiazul.

Avalado por su trayectoria en el filial -es su máximo goleador-, fue el futbolista elegido por el cuadro técnico encabezado por Raúl Agné para cubrir la vacante dejada por Suso Santana, que se perdió el partido ante el Mirandés por una sanción. El extremo andaluz no solo fue la gran novedad de la lista de convocados, sino que también tuvo la oportunidad de estrenarse con el representativo y, además, de hacerlo en la Liga Adelante.

Al repasar el momento del debut, Santi no oculta su satisfacción, pero igualmente demuestra que no se deja llevar por la euforia. "Estoy muy contento por la oportunidad que me han dado", afirma Luque al referirse a una experiencia que lo cogió por sorpresa. "No esperaba jugar con el primer equipo, así que tengo que darle las gracias al entrenador por su confianza", añade el canterano.

Santi entró en el campo sustituyendo a Víctor García en el minuto 64. Justo antes, Raúl Agné le dio las últimas consignas: "Me dijo que fuera yo mismo, que tuviera confianza, tal como hago las cosas en el filial, y poco más".

Luego, una vez en acción, se sintió más cómodo de lo que había imaginado, al menos en lo que a la conexión con el equipo se refiere. "Los compañeros me arroparon bastante", destaca Santi, quien, al igual que los demás, tuvo en el césped el principal obstáculo. "El campo no estaba en buenas condiciones, pero me sentí bien", asegura el joven atacante. De resto, sí notó "la diferencia de intensidad" entre la Segunda División y la categoría en la que llevaba compitiendo un año y medio, la Tercera. "La entrega y la lucha son mayores", advierte.

Tras probar el fútbol profesional, Luque espera repetir lo antes posible, pero tiene claro que, de momento, su equipo es el filial.