La secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio, afirmó ayer que el sistema universitario español "no es sostenible" y que habrá que iniciar en algún momento el debate sobre qué tipo de sistema queremos.

Gomendio hizo estas declaraciones durante un desayuno informativo, donde calificó de "ecuación imposible" el hecho de que en España se tenga una de las mayores tasas de acceso a la universidad de toda la Unión Europea, una de las tasas más bajas de matrícula, impuestos bajos y prácticamente ninguna selección de entrada a las facultades.

"Es un sistema que no es sostenible y, por lo tanto, tendremos en algún momento que iniciar el debate sobre qué tipo de sistema queremos", dijo.

Gomendio comentó que "el problema es que la educación no es gratuita" y la pregunta es "quién lo paga, cuándo y cómo".

Explicó que en Estados Unidos la universidad la paga el estudiante mientras que en el otro extremo, en los países nórdicos, casi no hay tasas pero tienen un elevadísimo nivel de impuestos.

Apuntó a que el modelo predominante aquí es que la financiación pública esté ligada a número de alumnos, cuando en países con niveles de excelencia tienen "peso" la calidad docente o los resultados científicos.

Negó que España invierta "poco" en becas, ya que el curso pasado se ha conseguido tener el presupuesto más elevado de la historia (más de 1.400 millones de euros) y, en comparación con otros países, no existe el sistema de préstamos.

España beca "a más del 20 % de los alumnos en la universidad y, por lo tanto, es muy generoso", ha enfatizado.

Cuando se fijaron las "bajísimas exigencias" de rendimiento académico para acceder a las ayudas -un 5,5 en la universidad para estudiar gratuitamente y un 6,5 para obtener una cuantía que no hay que devolver- se tachó la medida de "excluyente y segregadora", pero se ha mejorado en el rendimiento de los alumnos "sustancialmente", ha aseverado.

Gomendio insistió en que el real decreto que flexibiliza la duración de las carreras, permitiendo grados de 3 años (al que ella denomina "4-1" en lugar de "3+2" como hacen los que lo critican), es una medida opcional y que los propios rectores ya la sugirieron en 2006.