La Iglesia española nos ha diseñado un nuevo modelo de Religión Católica para enseñar la realidad del cristianismo sin catequizar. Eso dicen. El innovador documento evalúa, entre otros contenidos, el conocimiento de las formas de comunicarse con Dios. Faltaría más. Además, incluye temas como "Dios crea al hombre para ser su amigo" o "El Paraíso como signo de amistad". Ahí es nada.

Pero lo más sorprendente es que entre los criterios de evaluación se cita el de "reconocer la incapacidad de la persona para alcanzar por sí mismo la felicidad". Toma ya. O sea, que debo reconocer y aceptar que solito, yo conmigo mismo, junto a las personas a las que quiero, soy incapaz de ser feliz. ¿Y qué tipo de ayuda necesito para conseguirla? ¿La de la religión?

O sea, que para ser feliz debo estar a bien con Dios y mantener una estabilidad emocional y espiritual con las enseñanzas de nuestra santa madre Iglesia. Ya. La verdad me he quedado preocupado con ello. Estoy desconcertado.

Siempre he respetado mucho a la Iglesia, de hecho nunca escribo sobre religión, pero, amigo, creo que esta vez a los pensadores de este asunto se les aflojó algún tornillo.

No sé si pasarme por la parroquia de mi barrio y apuntarme a clases de felicidad. Creo incluso que voy a formar un grupo de amigos para ello. Nos vendrá bien a todos un poco de felicidad. Como diría el otro, "que venga Dios y lo vea...".

@sdnegrin