La licitación de la piscina de Tíncer se va a retrasar un par de semanas más, según anunció el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga. El problema es que los terrenos, que fueron cedidos por una empresa promotora de viviendas del Gobierno de Canarias, "no están inscritos en el Registro de la Propiedad", aunque Arteaga hizo hincapié en que no hay ninguna duda de que esos terrenos son municipales, pero queda inscribirlos en el registro para que "pase al Inventario Municipal" y poder sacar adelante la licitación. "Es un tema formal", recalcó.

El departamento encargado de la gestión e inscripción de este solar es la Gerencia de Urbanismo.

Por su parte, el presidente de la asociación de vecinos La Cruz de Tíncer, Antonio Santos, confió en que no se retrasara mucho una piscina altamente demandada por los residentes en el barrio. "Nos hace mucha falta y nos tememos que sea una estrategia política por las elecciones".

Santos explicó que son alrededor de 40.000 habitantes en la zona que requieren una piscina "porque la de Taco está muy saturada". "Algunos vecinos están incluso pagando el doble por ser de Santa Cruz", afirmó.

El pasado 23 de junio, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife aprobó el plan de viabilidad de la piscina de Tíncer. La ejecución, gestión y apertura de este equipamiento, tal y como anunciaron, se realizará mediante un sistema de licitación privada de obra y servicios, que incluye la redacción del proyecto, realización de las obras y puesta en funcionamiento, explotación y conservación del centro deportivo.

El Cabildo de Tenerife aportará 50.000 euros para llevar a cabo esta infraestructura durante 2015.

El plan de viabilidad distingue hasta cinco áreas funcionales en la zona.

La parte estrictamente deportiva del recinto dispondrá de dos piscinas para actividades acuáticas, una homologada de 25 metros para la práctica de la natación y otra, de menores dimensiones, de uso polivalente. También contará con vestuarios, zonas de gimnasio y actividades dirigidas, ludoteca y posibles espacios destinados a otros usos, equipamiento de restauración, sala de máquinas tanto en el interior como en la cubierta del edificio y tratamiento adecuado de las fachadas para su integración en el entorno.

En cuanto a la explotación de las instalaciones, el plan de viabilidad considera la posible realización de actividades deportivas tales como natación, gimnasia preparto, aquagym y otras actividades acuáticas, gimnasio y mantenimiento, musculación, salas polivalentes y espacios multiusos, actividades dirigidas (spinning, fitness, taichi, yoga y pilates), tenis de mesa, pádel y tenis. También considera la puesta en marcha de un punto de venta de material deportivo y de un espacio terapéutico para rehabilitación.