El comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea, el irlandés Phil Hogan, ha asegurado que el desarrollo de la tecnología y del conocimiento es esencial para garantizar la seguridad alimentaria en el futuro y que España es "un buen ejemplo de éxito en el cumplimiento de ese reto".

En una entrevista con Efeagro en su primer viaje oficial a España, el comisario, y exministro de Medio Ambiente de Irlanda, originario de Kilkenny (sureste del país) e hijo de agricultores, ha hablado de los principales retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario europeo.

Pregunta.- ¿Qué ha establecido como prioridades en su trabajo?

Respuesta.- En estos cuatro meses, la seguridad alimentaria y la aplicación de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) han estado en el centro de mis preocupaciones. Creo que es fundamental simplificarla desde el punto de vista de los agricultores.

P. ¿Cuáles son los retos y las oportunidades del Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), de cara a mantener los estándares del campo europeo en calidad y seguridad alimentaria?

R.- La agricultura es un asunto difícil y sensible en este acuerdo de comercio con EEUU, pero deseamos eliminar todas las barreras en la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias. Estamos lejos ahora mismo, pero espero que en 2016 EEUU haya hecho propuestas que ayuden a dar un comienzo a las negociaciones.

P. ¿Cuáles son las líneas rojas que no se pueden cruzar?

R. Uno de los temas fundamentales es el mantenimiento de la calidad alimentaria y los estándares de la Unión Europea (UE), y que podemos trabajar juntos para armonizar las normas un poco mejor, pero los productores y los consumidores europeos demandan una alta calidad. Demandan medios de producción sostenibles.

P. La UE se enfrenta a los efectos del veto ruso. ¿Qué medidas van a ponerse en marcha para contrarrestar esta crisis?

R. Es lamentable que el presidente Vladimir Putin haya decidido esta difícil intervención política en Ucrania. La UE tiene que responder a esta actitud agresiva y tomar medidas. Desgraciadamente, esta decisión ha tenido consecuencias para los productos agrícolas en la UE. Hay medidas de mercado y de apoyo para hacer frente a corto plazo a estas dificultades financieras causadas por el veto.

P. ¿Hay un presupuesto concreto destinado a este objetivo?

R. Se han invertido 350 millones de euros en ayudar a los agricultores a superarlo, sin tener que recurrir al fondo de reserva. Hemos mantenido el presupuesto y esperamos que no tengamos que invertir tanto en el futuro. Está en manos de Putin tomar la decisión política para retractarse de su postura en Ucrania.

P. Una vez aprobada la reforma de la PAC, el reto principal de su mandato es la aplicación de esta política...

R. Me interesa ver qué medidas podemos cambiar para simplificar los trámites burocráticos, reducir las trabas administrativas, de cara a los beneficiarios y a la industria alimentaria. Estamos trabajando con los Estados miembros, las organizaciones agrarias y la industria para ver qué cambios con sentido común podemos hacer.

P. Los agricultores piden medidas para paliar los desequilibrios en la cadena agroalimentaria y lograr precios justos. ¿Qué opinión tiene de las medidas que ha puesto en marcha España, como la Ley de la Cadena Alimentaria, y qué cree que puede hacerse a nivel europeo?

R. El mercado está apretando mucho los márgenes de los agricultores y trabajamos intensamente en ello, prestando mucha atención a los modelos español y británico. Creo que en España hay un buen comienzo, pero veremos cómo se implementan estas medidas y su impacto real en un tiempo. Sin productores no tenemos productos, y eso es fundamental que lo entiendan detallistas e industria.

P. En su primer viaje a España como comisario ha podido ver de cerca el trabajo en empresas y cooperativas agroalimentarias.

R. Estoy muy impresionado con el nivel de organización de las cooperativas y la modernización de sus plantas, de cara a la producción de alimentos de calidad. Creo que responden muy bien a lo que el consumidor demanda. Es un gran reto ofrecer productos de calidad, y España es un buen ejemplo de lo que tenemos que hacer en la UE, con el apoyo financiero que aportamos, para que el consumidor esté satisfecho en términos de calidad de lo que producimos.

P. ¿Es compatible este rigor en la calidad con el crecimiento de la población al que se va a someter el planeta?

R. Podemos producir más con menos. Una vez hagamos frente a los condicionantes medioambientales, tendremos que desarrollar conocimientos, técnicas y tecnología en el futuro, y la UE va a ayudar a los productores y a la industria a cumplir esos objetivos, de cara al Horizonte 2020, y a emprender nuevos proyectos. Tenemos que trabajar en la modernización, en la organización de nuestras estructuras, para garantizar la seguridad alimentaria en el futuro.