A pesar de que la mayoría de la sociedad actual se mueve por intereses, aún quedan personas a las que les gusta apoyar a sus semejantes sin recibir nada a cambio, solo la satisfacción del trabajo bien hecho, o por lo menos intentar hacerlo. El cineasta, productor, director de fotografía y realizador de documentales Luis Adern, de padre catalán y madre canaria, que vive en Tenerife desde los cuatro años, es uno de esos raros ejemplares, una especie de "hermano mayor" que sustenta con su esfuerzo y el de sus amigos un loable proyecto, Ópera Prima Canarias, una verdadera Escuela Libre de Cine.

Su principal objetivo es tratar de prestar apoyo técnico y personal a esos jóvenes que quieren realizan sus primeros trabajos audiovisuales, tanto a los que han finalizado los estudios audiovisuales, han participado en talleres de cine o sencillamente son entusiastas que quieren iniciarse en el mundo del cine. El último trabajo llevado a buen puerto fue el cortometraje "Non stop violence", dirigido por Jonathan González, que se estrenó la semana pasada en el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) de Santa Cruz.

"Ópera Prima Canarias nace un poco para echar una mano a la gente que está empezando en el mundo del cine, ya sea que ha acabado en la escuela y tiene proyectos a los que nadie les hace caso o no conseguían que productoras asentadas serias rodaran esos proyectos".

Adern explicó que la iniciativa empezó a gestarse en 1989, pero es realidad desde hace unos doce años. Durante este periodo se han realizado medio centenar de cortos, en los que han colaborado más de un millar de personas, para la mayoría de ellos su primera experiencia de práctica semiprofesional, tanto para directores, iluminadores, sonido y otras facetas relacionadas con el sector.

De sus filas han salido algunos cineastas que han triunfado, hasta cierto punto, en el difícil mundo del séptimo arte, como Víctor Moreno, que fue finalista en los últimos premios Goya con su documental "Edificio España".

Este entusiasta aclaró que "por aquí han pasado Víctor Moreno, o Víctor Calero, autor de Los náufragos del Berge Istra y Nudos en la sábana. Les hemos apoyado en un par de cositas en sus inicios", como a Jonathan González, o a Pedro Felipe Acosta, al igual que al actor José Luis Madariaga, entre otros, que consiguieron "romper el hielo".

Luis Adern cuenta con el apoyo de una serie de amigos, como Patri Bencomo, que le ayudan a seleccionar los guiones que tienen cierto interés, aunque a veces hay que hacerles algunos "arreglos" con el visto bueno de sus autores. Una vez que lo aceptan, pide favores para conseguir el equipo necesario. "Me prestan los focos, las cámaras, me hacen los efectos especiales, me editan el sonido... Después yo devuelvo esos favores".

Es evidente que a este cineasta, que ha viajado por medio mundo para hacer documentales, le gusta ayudar a los demás. "A mí me ayudaron mucho al empezar, sobre todo la gente de Televisión Española. Era un pibito y me apoyaron un montón y gracias a ellos he llegado a donde he llegado. Eso es lo que pretendo e intento hacer yo ahora".

Reconoció que no tiene ninguna ayuda de las instituciones, y a veces consigue alguna colaboración puntual, como en el último corto, "Non stop violence", en el que la asociación cultural TuSantaCruz se encargó del cáterin.

A pesar de las dificultades existentes para materializar los proyectos, de eso saben mucho los alumnos que estudian imagen y sonido en las escuelas de Los Realejos o La Guancha, Adern sigue adelante con su loable labor.

"Acabamos hace dos semanas el rodaje de Plató nocturno, ahora lo estamos editando, con un grupo de actrices de mediana edad. Estuvimos ensayando tres o cuatro meses en el Centro Ciudadano de Pérez Soto, en El Cardonal, donde se han portado muy bien con nosotros. La rodamos en la Escuela de Imagen y Sonido de Ofra, en el César Manrique".

Luis

Adern

productor, director de fotografia y realizador