La formación financiera de los españoles en general -y de los canarios en particular- deja mucho que desear. Es la realidad que refleja el informe que elaboró sobre la materia el Instituto para la Protección Familiar. Su director, Eduardo Creagh, explicó ayer que los isleños se puntúan a sí mismos con un 5,5 (sobre 10) en esta clase de conocimientos. Aunque se trata de una nota muy baja, algo más de la mitad -en torno al 52%- ve innecesario mejorarlos.

Creagh advirtió de que un mayor bagaje en esta área habría permitido mitigar -que no evitar- la compra de sellos con ánimo especulativo o la de las polémicas "preferentes" -entre otros productos tóxicos- que ofreció la banca. "La gente habría leído las condiciones y habría preguntado más", aseguró, si bien acabó por admitir que hubo malas prácticas por parte de algunas entidades financieras.

"No fueron todas y no eran todos bancos", remarcó al señalar que "no se debe juzgar al todo por la parte" y que, en buena medida, esas prácticas cuestionables se dieron en las antiguas cajas de ahorro, dando a entender que la banca tuvo otro comportamiento.

La responsable en Canarias de seguros y planes de pensiones del Banco Santander -entidad que patrocinó el estudio-, Eva María Ortega, aseguró que su empresa asume las conclusiones del análisis en lo relacionado a la protección de las familias, pero evitó pronunciarse sobre las críticas acerca del voluntariado que lleva a cabo el Banco Santander -y otras instituciones, como la Comisión Nacional del Mercado de Valores o el propio Banco de España- al formar en materia financiera en colegios e institutos -si bien Creagh aseveró que el banco hace suyos los resultados y defendió la independencia con la que se elaboró el análisis-.

Al respecto, Creagh observó que aunque "no está mal" que la banca y las instituciones ofrezcan a los estudiantes este tipo de herramientas para mejorar la toma de las decisiones de carácter financiero, abogó por que se incluya esta formación como una asignatura reglada dentro del programa de estudios de los centros educativos. Además, ve necesario asegurar que los asesores que ofrezcan productos financieros comprendan lo que comercializan.

El estudio también llama la atención sobre algunos aspectos contradictorios puestos en evidencia entre los encuestados canarios. Así, por ejemplo, a pesar de ser conscientes de su bajo nivel de conocimientos en esta área -de ahí que se califiquen con un 5,5-, el 71% se siente capacitado para tomar decisiones en este campo -algo que Creagh explica en términos de amor propio al responder a las preguntas de los encuestadores-.

Igual de llamativo resulta que el 79,2% acuda a familiares y amigos -en vez de consultar a profesionales independientes- para asesorarse en esta materia, por delante de las asociaciones de consumidores (57,2%) y de las propias entidades financieras (44,8%).

Además, casi un tercio -el 29%- reconoce que no dedica "nada" de su tiempo a la planificación financiera, mientras que casi la mitad (el 45,1%) asegura que invierte más de siete días al año a organizar sus finanzas.

las claves

El Instituto para la Planificación Familiar remarca que el 56% de las familias canarias con hijos menores de edad "no toman medidas para proteger su futuro económico" -no contratan seguros de vida- , por lo que aboga por deducciones fiscales para promover su contratación.

El 15,3% de los hogares canarios consultados vivió la pérdida de quien aportaba el mayor ingreso familiar. Casi la mitad (47,6%) admitió carecer de un seguro de vida o alguna alternativa para hacer frente a esta situación.

Las principales preocupaciones de los canarios a medio plazo son el trabajo y la estabilidad laboral (48,7%). La educación de los hijos también preocupa a los isleños (17,4%).

54,8% Los hogares canarios que preveían no poder ahorrar en 2014 fueron el 54,8% del total encuestado, frente al 24,5% que estaba seguro de que sí lo haría.