Las alumnas españolas de 15 años repiten curso en una proporción menor que los varones y obtuvieron un rendimiento medio más alto en comprensión lectora en la última Evaluación Internacional de Estudiantes PISA, pero su puntuación fue más baja que la de ellos en matemáticas y ciencias y, además, tienen menos confianza en sí mismas.

El informe de la OCDE "La Igualdad de Género en la Educación: Aptitud, Comportamiento y Confianza", publicado ayer, explica que las españolas de esa edad dedican casi dos horas (1,8) más a la semana a los deberes escolares que los chicos, según datos extraídos de PISA 2012. Esto ocurre, en mayor o menor grado, en todos los países participantes en las pruebas de esta evaluación; en la OCDE, las chicas dedican de media 1,3 horas más que los chicos a las tareas escolares en casa.

Las españolas consiguieron en lectura 503 puntos de media en PISA, frente a los 474 de los hombres; en matemáticas, en cambio, ellos alcanzaron 492 y ellas, 476. En ciencias, los chicos lograron 500 puntos y ellas, 493.

A pesar de los resultados en lectura a los 15 años, el informe constata que España es el único país donde los hombres jóvenes de entre 16 y 29 años superan a las mujeres en competencia lingüística, aunque la diferencia es pequeña, según el Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los Adultos (PIAAC).

En general, las chicas en la OCDE tienen menos confianza en sí mismas a los 15 años para resolver problemas matemáticos o científicos y tienden a reconocer un sentimiento de ansiedad, también en España, hacia las pruebas de este tipo, incluso entre las de mejor rendimiento escolar.

Pero si se toman en conjunto los resultados de todas las pruebas de PISA, el porcentaje de chicos con peores resultados es mayor que el de chicas en prácticamente todos los países, también en España.

La tasa de repetición de los varones españoles de 15 años está en el entorno del 35%, según PISA 2012, mientras que la de ellas es cercana al 30%.

El informe detecta un descenso entre 2000 y 2009 de los estudiantes que declaran que leen por gusto, aunque ellas lo siguen haciendo más (en torno al 70%) que ellos (por debajo del 50%).

las claves

Las alumnas dedican casi dos horas más a la semana a los deberes escolares, una tendencia que se reproduce en el conjunto de países de la OCDE.

Las chicas reconocen un sentimiento de "ansiedad" ante los problemas matemáticos y científicos. Les pasa incluso a las que tienen mejor rendimiento.

La brecha de género se estrecha

Los progresos experimentados a escala mundial a favor de la equidad de género en la educación no han sido suficientes para eliminar las disparidades entre alumnos y alumnas, debido tanto a factores sociales, como emocionales o de comportamiento, según refleja el estudio difundido ayer por la OCDE.

"La buena noticia es que se ha avanzado hacia el objetivo de la igualdad y que, para seguir haciéndolo, no es preciso invertir en costosas reformas. La mala, que para erradicar la disparidad hay que combatir factores muy anclados en nuestros comportamientos", resumió el director del área de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Andreas Schleicher.

El estudio internacional, presentado en Berlín, refleja diferencias calificables, según Schleicher, de "clásicas", por lo conocidas, como el dominio de los chicos en matemáticas o la superioridad de las chicas en la lectura. "Estas diferencias no deben considerarse algo innato, sino resultado de unos comportamientos y actitudes adquiridos, y deben combatirse para lograr agotar el potencial de todos los alumnas y alumnas", indicó.

El estudio, centrado en estudiantes de 15 años, constata que las desigualdades observadas en el rendimiento de chicos y chicas son en parte atribuibles a factores como su percepción de esas materias, o la confianza en sí mismos.