¿La convocatoria de Nahuel tiene que ver con las bajas en la defensa?

Y con el pequeño percance que tuvo Víctor. Tiene una distensión, un esguince. Habrá que ver si está disponible. Si no, lo más natural será poner al chaval.

¿Víctor es el primer candidato?

Es candidato a ser una opción.

¿Trastoca la baja de Moyano?

Mientras menos se toque la línea defensiva, mejor. Al final, una línea va cogiendo empaque y se va coordinando junta. Pero mandan las circunstancias. Más allá de la baja de Moyano, tenemos la de Igor, y es cierto que estamos condicionados. Cada semana hemos tenido un pequeño problema y hemos encontrado una solución.

¿Cámara pasará a la derecha?

Veremos. También se puede jugar sin laterales. Hay soluciones.

¿Modificará la línea ofensiva?

Han visto que nunca repito el mismo equipo, porque creo que todos son importantes y deben sumar, y más en estas situaciones. Pondremos a los que creemos que son mejores y según las respuestas defensivas que tiene el rival.

Diego Ifrán ha perdido protagonismo. ¿Qué tal lo ve?

Bien. No entiendo un vestuario desde los egos, sino desde la unidad, la solidaridad, el grupo... El escudo es lo más importante y es por lo que luchamos. A él lo veo con buena predisposición, igual que a los demás compañeros.

¿Considera a Maxi más delantero que jugador de banda?

Cada entrenador ve las cosas de una manera, pero yo no me puedo permitir el lujo de perder a ningún futbolista. Tengo que intentar sacar el máximo de cada uno y buscar sus posiciones adecuadas para que ofrezcan lo mejor. En el derbi lo intentamos ahí con él y procuraremos que vaya mejorando desde esa posición.

¿Cambió mucho la planificación respecto al derbi?

Nos ha tocado jugar contra buenos equipos y no me gustaría que la gente piense que este es fácil. Es un equipo duro, muy rápido, agresivo, intenso... Es uno de los ascendidos y sé bien que si estos equipos entran fuertes en la categoría, se nota. Me pasó en el Girona. Encima, no tiene tope salarial y se reforzó bien. Por encima de todo, es muy dinámico y vertical.

¿Ha tenido que remarcar mucho ese mensaje en el vestuario?

Todos los equipos son difíciles. En la segunda vuelta, tal como va avanzando el campeonato, será más complicado ganar, porque todo el mundo aprieta el culo. ¿Convencer a los futbolistas? No, porque ellos saben cuál es nuestra realidad. No hemos hecho nada y, al mismo tiempo, hemos hecho mucho. Hemos sacado un poquito el cuello para coger aire, pero tenemos que seguir como hasta ahora, con intensidad y actitud, afrontando cada partido como si fuera el último, con una unidad muy grande y con el convencimiento de que estamos haciendo las cosas bien y que eso nos ayudará a crecer. Ahora bien, cada partido tiene su historia y me gusta respetar a los rivales. No jugamos solos.

¿Qué tipo de partido espera?

De dos equipos que van a querer ganar. El Leganés no va a especular. Creo que será un partido de ritmo, tenso, muy bravo...

¿En qué faceta del juego encuentra un mayor margen de mejora?

Lo primero que tiene que hacer un equipo es competir. Eso es imprescindible. A partir de ahí, somos de los que menos goles llevan en la Liga y esos registros no nos gustan. Para eso tenemos que generar ocasiones, ser eficaces y rentabilizar esa eficacia. Pero, a día de hoy, lo más importante es ganar. Y para hacerlo hay que marcar. Estamos en ello, pero sin disociar lo que es defender y atacar, con el espíritu de lucha y esfuerzo. En eso veo al equipo cada vez más compacto. Por eso tenemos que mejorar más en la otra dirección.

¿Están en línea ascendente?

El día a día es muy bueno y es evidente que el equipo hace cosas más parecidas a las que quiero. Pero lo más importante es que el equipo es capaz de adaptarse a las situaciones que está viviendo. En eso es en lo que estoy más contento. Es nuestra mayor virtud.

¿El estado anímico de los futbolistas ya es óptimo?

Siempre queda camino. No es el más óptimo, pero sí es bueno, porque venimos de unos resultados más buenos que malos y eso ayuda a creer y da seguridad. Es mejorable. Estamos en el camino.

¿Ya conoce completamente a todos sus futbolistas?

Sí. Intento ser todo lo observador que puedo y usar estrategias para desenmascararlos, para que se les vea dentro y fuera, aunque todos tenemos algo guardado que no terminamos de enseñar. Futbolísticamente, este es un grupo muy sano. En eso tengo una herencia muy buena de Álvaro.

¿Llegó a hablar con Cervera?

No, porque ni él ni yo necesitamos hacerlo. Los dos sabemos cómo es nuestra profesión, y que hay cosas que hoy sirven y que mañana no funcionan igual. Lo único que puedo decir es que he ido a otros equipos en esta situación y me he encontrado con vestuarios peores y he tenido mucho trabajo. Pero aquí, no. Y eso es gracias al entrenador que había.

Cristo González ha vuelto al filial. ¿Qué planes tiene con él?

Los chavales han de entender que son futbolistas del filial y que este club cree en la cantera. Pero todo tiene un proceso. Por ejemplo, a Cristo Díaz le tocó jugar en Las Palmas y lo hizo bien, y si tiene que ir con el "B", lo hará. No soy de encumbrar a nadie cuando no ha hecho nada. Las cosas caen por su propio peso. Ellos ya saben que el Tenerife cuenta con la cantera y lo que tienen que hacer es esforzarse por demostrar que merecen estar entrenando; y no jugando, sino entrenando. Y cuando bajen al filial, tendrán que demostrar que deben ser los mejores tanto en el campo como en el ejemplo de la humildad con los compañeros.