A la casa de Francisco Albendín no ha subido ni bajado un coche desde la riada del 19 de octubre. El motivo es que ya no existe la carretera que llegaba a su casa. Y lo peor es que la vía no se va a volver a construir, según las afirmaciones del concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga.

Aunque quienes más se han quejado de la pérdida del acceso son del Club Deportivo San Andrés y sus jugadores, Francisco Albendín y su familia han querido mostrar el penoso estado en el que se encuentra el acceso a su casa y a su huerta, que está en el margen contrario del barranco.

Arteaga dijo en su momento que el arreglo de la calzada real era tan costoso que el consistorio había optado por pedir al Juzgado que les dejara ejecutar, por la fuerza, la urbanización por donde estaba proyectada. Esto es por el margen contrario del barranco donde Francisco defiende su huerta. Una de aquellas parcelas de tierra que, a pesar de estar a su nombre, apareció también con otro número a nombre de Inversiones Las Teresitas (ILT) y que han dado pie a una maraña judicial que aún está sin resolver.

Así, estos vecinos de San Andrés se sienten víctimas de un "chantaje". O ceden sus tierras para que construyan la carretera por donde se había previsto en el planeamiento o se quedan aislados en su casa, donde resisten casi como aquella aldea gala de los cómics de Astérix.

"Si a mí me pagan lo que me corresponde por los terrenos, se los doy ya mismo", dice Francisco Albendín. Pero nada es tan sencillo en el Valle de Las Huertas.

Eulalia, una vecina de 71 años que tiene una huerta por encima del campo de fútbol, no ha podido subir a su terreno desde la riada. Con dos prótesis en las rodillas, el estado en el que ha quedado el camino real le hace imposible llegar a sus tierras. "Llevamos 52 años luchando", dice, en referencia a los problemas derivados de Junta de Compensación y reparcelaciones.

"Yo tengo una foto en la que estamos mi mujer, yo y José Ángel Martín cuando estaba en la oposición delante de las excavadoras", explica Francisco. Sin embargo, Martín, hoy primer teniente de alcalde, ya ha declarado públicamente que va a promover una ejecución subsidiaria en la zona, si Desurcic no lo hace, para ejecutar la urbanización.

Antes del temporal, el alcalde firmó un decreto para entrar, incluso por la fuerza, en la huerta de Albendín para hacer la nueva urbanización. El juez le denegó esa entrada porque no había detallado las obras, el lugar a ocupar y el tiempo; así como por no haber notificado y solicitado esta entrada de forma correcta.

Tras el temporal, el Partido Popular llevó una moción al Pleno de enero en la que solicitaba el arreglo parcial para garantizar el acceso al campo de fútbol. Sin embargo, el texto devino en otro acuerdo que fue aprobado por unanimidad del Pleno: "Emitir una orden de ejecución a la empresa urbanizadora para acometer las obras de acceso al campo de fútbol y, en caso de negativa de esta, realizar una ejecución subsidiaria por parte del ayuntamiento".

"Parece que es más prioritario el campo de fútbol que los vecinos", se queja Jacinta. Ella y Francisco viven en una casa amarilla de dos plantas, con sus tres hijos, dos nietos y la madre de Jacinta, que tiene 80 años y problemas para moverse por un entorno tan destrozado.

El concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, sin embargo, dejó claro que "la única solución es encauzar el barranco", para lo que "es obligatorio morder las fincas laterales para hacer un acceso". Arteaga sostuvo en el pleno de enero que "rearmar la pasarela" que lleva al campo de fútbol "tampoco es solución si no se hace el encauzamiento del barranco", para lo que es necesario que Albendín, que es el propietario, "acceda".

El temporal del 19 de octubre ha venido a hacer el trabajo sucio al Ayuntamiento de Tenerife, que ahora se carga de razones para entrar, si consigue un permiso judicial, por las huertas. Y los Albendín, mientras, temen que la pesadilla de la que aún no han despertado vuelva a empezar.

La Junta de Compensación

El pasado mes de octubre se reunió, por primera vez en 16 años, a la Junta de Compensación de Las Teresitas en la Gerencia de Urbanismo. A raíz de una sentencia en la que se devolvía el frente de la playa al consistorio, este pasaba a ser propietario mayoritario y nombraba a técnicos de Urbanismo como presidente y secretaria de la Junta de Compensación. Así, se ha iniciado un nuevo proceso reparcelatorio, según el cual todos los propietarios de terreno tendrían que ceder parte de sus terrenos para el bien común y volvería a repartir (reparcelar) lo sobrante entre todos ellos. El abogado Sebastián Marqués, que defiende los intereses de los propietarios de once huertas de la zona, asegura que ha solicitado el proyecto de lo que quieren hacer en Las Huertas y las compensaciones que ofertan a sus clientes desde "hace dos o tres años" y que a fecha de hoy aún no lo tiene. Casi paralelamente a este proceso, el 6 de mayo de 2014 el alcalde firmó un decreto para entrar por la fuerza en la huerta de Franscico Albendín, que fue recurrido en la vía administrativa por su abogado. Ahora, están en proceso de completar los informes municipales para presentar la demanda Contencioso-Administrativa contra dicho decreto del alcalde.