El presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro Cordobez, entregó este jueves al máximo responsable del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana, la medalla de oro de la Cámara legislativa, en un acto que contó también con la presencia de los miembros de la Mesa, Julio Cruz, Cristina Tavío y José Miguel González.

Durante la ceremonia, Antonio Castro valoró el papel de los gobiernos insulares que, "consolidados institucionalmente y arraigados en la población, son administraciones públicas para la construcción del futuro de progreso, razonable y sostenible", que Canarias "merece".

En este contexto, abogó porque todas las instituciones trabajen para que los Cabildos Insulares "ganen facultades y competencias y conserven su doble carácter, de administración local y autonómica, aumentando su capacidad de gobierno".

El objetivo, dijo, es "hacerlos más eficaces, complementarios y cercanos a los ciudadanos y para que en nuestro caso, dentro de una Canarias unida y solidaria, La Palma sea siempre un referente de progreso, moderación, equidistancia, diálogo y cultura".

Al principio de su intervención, Antonio Castro reconoció que, de todos los actos con los que la Cámara ha conmemorado a los cabildos, el de La Palma "tiene una singularidad indudable", por el papel que desempeñó el palmero Pedro Pérez Díaz, "llamado con razón el Padre de los Cabildos", y cuya vida es un ejemplo "como acicate para las empresas ilusionantes y duras que nos aguardan".

En este mismo sentido, también Anselmo Pestana aseguró que el letrado Pérez Díaz "inspiró tres cuartas partes del dictamen que dio lugar a la Ley de Cabildos Insulares de 11 de julio de 1912, y que poco a poco va obteniendo justamente el reconocimiento de las instituciones canarias".

Tras dar las gracias al Parlamento por la distinción, el presidente del Cabildo de La Palma reconoció que estos últimos años han sido años "difíciles y complejos" para quienes han tenido que gestionar una "crisis larga y tremendamente injusta" con los ciudadanos, "aunque las consecuencias de la crisis han sido también un acicate para intentar hacer más con menos y para ajustarse a una realidad en la que los recursos públicos han de ser empleados de la forma más eficaz".