Al veterano músico y compositor tinerfeño Kike Perdomo le gusta experimentar nuevos sonidos en el libre mundo del jazz, en el que se mueve desde hace ya más de treinta años tocando el saxofón, instrumento que eligió por su peculiar timbre. Mañana, sábado, actuará en formato quinteto en el teatro Guimerá de Santa Cruz, donde presentará, a partir de las 20:30 horas, su décimo disco, "Roots" (Raíces), arropado por cuatro intérpretes de lujo, el pianista gallego Abe Rábade, el baterista vasco Juan Luis Castaño, el guitarrista grancanario Octavio Hernández y el contrabajista tinerfeño Emilio Martín. El 11 de abril lo presentará en Lanzarote y el 18 de abril en Los Silos.

Su último registro, que fue grabado en Nueva York el verano pasado, incluye siete composiciones suyas, para cuya interpretación contó con la colaboración de una serie de músicos norteamericanos que conoce de su anterior experiencia en Manhattan, la grabación en 2013 del doble CD "Celebrate Brooklyn".

"Desde 2005 voy a Nueva York y hago visitas temporales cuando puedo. Hago un poco de todo, contacto con músicos, voy haciendo sesiones con ellos, recibo clases de algunos saxofonistas y músicos que me interesan, además de ir a conciertos. A lo largo de estos diez años he hecho buenos contactos y me gusta tocar con ellos. Cuando estoy aquí tengo más tiempo para escribir música y cuando estoy allí más posibilidad de probar eso con diferentes músicos y ver cómo suena. Es un poco ir allí a recibir información y venir aquí y trabajar la información, hacer una propuesta, volver, grabar...", explicó.

Este productor e ingeniero de sonido propone en "Roots" jazz contemporáneo, en el que ha volcado su talento ante situaciones y vivencias personales, con algunos matices de estilos como el bop y el groove, pero siempre bajo la óptica del sonido acústico y clásico del jazz. El resultado es un combinado de diálogos y solos entre los intérpretes, que se dejan llevar por la improvisación.

"Este disco lo grabé con un quinteto, que es como lo vamos a tocar aquí, y es, básicamente, una nueva apuesta en grupo por avanzar en el sonido acústico, pero con un poquito más de complicación armónica y rítmica. Este disco, a nivel musical, me ha abierto a opciones nuevas. He conseguido equilibrar lo que es un trabajo de un disco, porque muchas veces cuando terminas de grabar, dices: Esto no sé. En este caso tenía claro lo que quería. Defender el proyecto y avanzar un poco en el tema de las composiciones de los discos", matizó.

Perdomo, uno de los señores del jazz en las Islas, además de "alma mater" de la Big Band de Canarias, comentó que se encuentra en un momento "bastante maduro y seguro de lo que quiero. Lástima que estemos viviendo una etapa de crisis económica, sobre todo en la cultura, y no pueda realizar muchos de los proyectos que tengo en mente, pero tengo muchas cosas en la cabeza fruto de treinta años dando vueltas por ahí tocando".

Este reconocido saxo tenor es muy exigente a la hora de editar un disco. Los temas de "Roots" los grabó en junio de 2014. "Después de grabar siempre dejo un periodo de cadencia y reflexión. No quiero grabar, mezclar y sacarlo adelante como si fueran churros. Prefiero dejar reposar un tiempo y escucharlo como si no fuera mi disco, como si me traen un trabajo de otra persona (...). Cuando acabas de grabar tienes mucho material que escuchar y ver lo que te gusta y lo que no. Este lo empecé a editar en octubre. Tuve dudas de sacarlo, es un apuesta a perdedor. Hoy en día sacas discos por mantener la divulgación de tu trabajo, pero desde que lo pones en Spotify y en Itunes el disco físico realmente no hace falta".

A pesar de las dificultades existentes, se mostró muy ilusionado con la marcha de la Big Band de Canarias, una de sus máximas ilusiones, además de seguir adelante con su carrera, aunque actúa más fuera de las islas que aquí. "La Big Band de Canarias me parece que tiene mucho futuro, es muy interesante. Luego tengo un grupo en Noruega y estoy colaborando en varios proyectos de amigos y luego está el quinteto. Estoy más fuera que aquí porque esto es pequeño y salen pocos conciertos. En carnaval estuve tocando en Bilbao y en Madrid. Este año tengo previsto actuar en algunos festivales. Aquí, quitando el Festival de Jazz, salen muy pocas actuaciones. Hay algunas en auditorios, pero normalmente traen gente nueva de fuera".

Este músico, de formación autodidacta, posee un estilo muy personal, mezcla de lo que ha escuchado, lo que ha aprendido en cursos, y de otros intérpretes con los que ha actuado, de los que extrajo la musicalidad.

Él defiende la idea de que se puede hablar de jazz canario. "Al no haber escuela en Canarias, casi todos los músicos partimos de una base mucho más de fusión. En los primeros festivales, en los 80, siempre se trajo más la fusión, era el jazz rock, grupos como el polaco Crash, que eran sonidos bastante modernos. O los conciertos que se hacían en el Ríos Tejera, con los festivales de CajaCanarias, que se traían grupos muy fusioneros. Nuestras raíces jazzísticas salieron más de la fusión que de la época del bip bop, de la parte de los años 40 o 50. Ahora hay grupos de todos los estilos, pero al principio había mucha fusión del jazz con el rock, era más eléctrico. Quizás porque la gente entraba más por el rock y empezaba a improvisar y entender el lenguaje del jazz".