Sofía es la frutera de La Recova. Hay más, pero ninguna con su perfil. Mejor es decir "fue" porque esta vecina de El Tablero, "la despensa de Santa Cruz", tiene ya 83 años, llenos de lucidez y energía, y se jubiló hace tiempo. Su hijo regenta ahora "La huerta de El Tablero", el puesto que durante décadas ocupó ella en la planta baja de La Recova. La Cooperativa del Mercado Nuestra Señora de África la distinguió hace unos días por ser una de las comerciantes más antiguas y ejemplo vivo de mujer trabajadora, tanto en su hogar como fuera.

"Ahora mi vida es más tranquila pero sigo ocupándome de las tareas de mi casa", explica. Recuerda cómo siendo una niña y cargada de cestas venía caminando con su abuela desde el Suroeste, entonces parte del municipio de El Rosario, a vender los productos del campo "en la calle El Humo y alrededor del Mercado".

Para Sofía Torres Salas "La Recova ha cambiado mucho desde que nos pedían un real por alquilar el puesto" (sonríe). En su opinión, "a mejor desde que entró la Cooperativa. En limpieza y en los puestos, que están muy bonitos, aunque la crisis nos ha afectado para mal. Sobre todo por el paro de mucha juventud que me da pena. Yo misma tengo a dos de mis seis hijos -su marido, Julio, ya falleció- en el paro".

El reciente homenaje de sus compañeros lo recibió "con alegría y emoción. Mi vida ha sido trabajar en el campo y aquí. De sol a sol. Muy duro y poco pagado".

Sofía rememora los difíciles tiempos de la posguerra: "El fielato, con las cartillas y una gallina para siete personas. O ir a lavar a la pila. No había nevera ni lavadora ni casi nada...".

El presente y el futuro no los ve muy claros: "Hay mucha competencia y la fruta no se vende como antes. Paso por aquí de vez en cuando y veo lo difícil que es para mi hijo sacarlo adelante. A lo mejor tenemos que cerrar aunque no lo quisiera ver".

Sofía termina "vendiendo" el Mercado como lugar ideal para comparar: "El trato familiar y ofrecer el producto fresco de la tierra lo hacen distinto a cualquier otro centro comercial. Yo también compro en La Recova de Santa Cruz".

"Mi hermana mayor"

Estefanía Hernández, presidenta de la Cooperativa, trazó un perfil de Sofía: "Mi hermana mayor sin ser familia. Es de mi pueblo, El Tablero, y siempre me ha dado buenos consejos. Es la época en la que llegaban del campo a las doce de la noche a vender en las calles El Humo o Darias y Padrón, y la barriada Bautell, en la trasera del Mercado. Si les iba bien, hasta las nueve o diez de la mañana, pero si no había buena venta, hasta las tres de las tarde. Trabajadora y buena persona".

"Mujer espectacular"

"Qué voy a decir de mi madre". Así empezó Francisco, el único de sus hijos que siguió la estela de frutero. "Es una mujer espectacular, muy trabajadora y ejemplo a seguir", añade quien tiene ahora 42 años y "desde que era niño" ha recorrido La Recova. Y termina: "Si venía caminando desde El Tablero a vender con una cesta en la cabeza, no es necesario añadir nada. Eran de otra pasta".