El Tenerife de Raúl Agné ha encadenado la mejor racha de la temporada. Después de la derrota ante el Girona en el estreno del técnico de Maquinenza en el banquillo blanquiazul, todo ha sido sumar. Dos victorias y tres empates. O lo que es lo mismo: nueve puntos de 15 posibles para sacar a su equipo del descenso a Segunda División B y recuperar parte de la confianza perdida en el fatídico mes de enero (dos puntos de 15).

El punto logrado en el barro de Miranda de Ebro abrió el cambio de dinámica. Aquel gol de Aitor Sanz, pese a encajar en fuera de juego el empate de Urko Vera, permitió un giro en la situación insular que tuvo continuidad con la victoria ante el Valladolid (2-0) y el empate a uno en el derbi ante Las Palmas. Hace una semana, fue el Leganés el que salió derrotado del Heliodoro. Aunque quizás mereció el empate, el conjunto madrileño dejó los tres puntos en la Isla confirmando que también había cambiado la suerte para los de Agné.

El caso es que, con el empate del pasado sábado en el Nuevo Colombino, el Tenerife mejora su mejor marca anterior. La había logrado en el mes de diciembre (y primer partido de enero), en el que encadenó cuatro jornadas sin conocer la derrota. Entonces, ganó a Racing y Sabadell en casa y por la mínima, empatando ante el Sporting y el Alcorcón en el Municipal de Santo Domingo. Esa trayectoria de recuperación se vio truncada en la visita al Real Betis.

Con anterioridad solo juntó tres choques sin perder (Barcelona B, Zaragoza y Alavés con dos triunfos y un empate).

Otros dos rivales directos, Osasuna y Barcelona B, son los dos próximos rivales blanquiazules. De ampliar su actual racha, los insulares habrían dado un importante paso adelante para lograr el objetivo irrenunciable de la permanencia.