La Reserva de la Biosfera es partidaria de aprovechar los espacios protegidos que tiene La Palma para obtener recursos económicos que se reinviertan en las mismas zonas, con el cobro de una tasa por el acceso a las áreas naturales de mayor interés, aunque siempre que se ofrezca un servicio a los visitantes.

El gerente de la Reserva, Antonio San Blas, advierte de que la protección de un espacio natural "no implica que todo tenga que ser gratuito", al contrario, defiende lo que denomina "gestión activa del territorio", que no es otra cosa que ofertar servicios, cobrar por ellos y destinar los beneficios "a la conservación de las propias zonas protegidas". No se trata de cobrar por simplemente ir de senderismo, "sino por los servicios".

El reflejo más evidente de esta política es Lanzarote, donde se cobra por acceder a ocho espacios naturales con servicios, que se gestionan de forma uniforme. En La Palma, al contrario, ocurre prácticamente lo contrario, siendo el ejemplo más evidente el centro de visitantes de Los Tilos, que llevaba quince años sin ser reformado y que el Cabildo no "explota".

San Blas dijo que en la Isla sí existe al menos un espacio natural que se gestiona eficazmente. En este caso, apuntó al Centro de Visitantes de los Volcanes de Fuencaliente, una instalación "por la que pasan cerca de 100.000 visitantes de pago al año, que a tres euros supone unos 300.000 euros". Esta realidad "no solo posibilita que se reinvierta en el lugar, que se tenga consciencia de respetar un lugar único, sino que además se crea empleo. En ese centro, por ejemplo, hay seis personas trabajando". El ayuntamiento ha anunciado además que invertirá 500.000 euros para la ampliación de este recurso.

El gerente de la Reserva de la Biosfera hizo especial hincapié en que "nosotros no decidimos si se tiene que pagar o no por disfrutar de unos servicios que se creen en los espacios naturales de mayor interés, ni tampoco si es un pago exclusivamente para turistas. Eso es un tema político, en el que no nos metemos. Pero si me pregunta si somos partidarios, si es compatible la conservación con una tasa, le digo que sí. Ser Reserva de la Biosfera no implica que todo sea gratis".

Sin embargo, la realidad es que con la excepción de Fuencaliente, los ayuntamientos, también el Cabildo, han sido reacios al aprovechamiento de su paisaje para obtener beneficios. Incluso se han llegado a desarrollar proyectos pilotos, como ocurrió en San Andrés y Sauces con los senderos de Los Tilos, que al final nunca se han mantenido en el tiempo.