Hace cinco días era "solo" una alumna de 16 años de edad del colegio Montessori, de la capital tinerfeña, que tenía entre sus aficiones el fútbol, concretamente el CD Tenerife, y la literatura. Ahora, tras unir esas dos pasiones sin la mayor aspiración que participar en el I Premio Ciudad de Santa Cruz de relatos cortos del género de la novela negra, es incluso un ejemplo para muchos tinerfeñistas. Se llama África Muñoz. EL DÍA dio a conocer su insólita historia el martes; una historia que acabó con un final tan feliz como inesperado.

"Estoy temblando y estoy llorando", confesaba África mientras intervenía ayer en el programa "Que se sepa", de Radio . Fue el efecto del premio a su imaginación.

Unos días antes, la joven se había animado a apuntarse en el citado certamen para alumnos de Institutos de la ciudad, y tuvo la ocurrencia de incluir en su trama al CD Tenerife, principalmente a Javi Moyano, quien, en la fantasía de la autora, acababa siendo la víctima de un asesinato que desencadenaría las investigaciones de un detective; o sea, toda una novela negra en clave blanquiazul.

El motivo de la elección del lateral jienense no fue otro que la admiración de una chica que lo veía, junto a su padre, correr cada dos domingos por la banda derecha sentada en las gradas del Heliodoro Rodríguez López, hasta que los condiciones económicas obligaron a su familia a prescindir de la costumbre de comprar el abono del Tenerife. Lo que ocurrió a continuación fue sorprendente y muy emocionante para África, empezando por el momento en el que, al salir de clase, su padre la avisó de que se estaban hablando de ella, de su cuento, en la tertulia radiofónica de Jornada Deportiva, de la que es una fiel seguidora. "Me sentí la persona más feliz del mundo. Me consideré ganadora, aunque sabía que no iba a pasar a la final del concurso".

Al día siguiente, África dio la primera entrevista. En su charla con el presentador Raúl García, explicó, junto a su profesora, Rosa Elena Pérez, qué razones la habían llevado a "asesinar" a Moyano. Pero lo mejor estaba por llegar. Ayer tuvo la oportunidad de conversar por primera vez con el protagonista de su relato, quien, ante todo, aclaró que estaba "muy vivo", y se mostró agradecido por haber servido de inspiración para un trabajo literario. "Aunque ella no lo crea, estoy muy orgulloso de que se haya acordado de mí", reconoció Javi. "Eso significa que me valora y que ella siente algo por el equipo", añadió.

Moyano pidió algo a cambio de su "asesinato", una copia del cuento. "Me gustaría tenerlo de recuerdo", afirmó el jienense, quien igualmente quiso tener un detalle con África y su familia. "Sabemos que ha tenido que dejar de ir al estadio y tanto el club como yo hemos pensado en regalarle un par de abonos para lo que resta de temporada. Así podrá seguir haciendo lo que le gusta, que es disfrutar del Tenerife. Dos voces más en el campo nos ayudarán mucho".

África respondió como pudo, entre lágrimas. "Te elegí porque soy una gran admiradora tuya. Me encanta como juegas. No lo olvidaré nunca lo que hacen por mí".

Y cuando le preguntaron por qué no había preferido escoger a otro deportista famoso para ser la "víctima" de su relato, se mostró así de contundente. "Es que el equipo que me gusta es el Tenerife, y admiro a Javi Moyano. Pero no pensé que iba a pasarme esto".

Así acabó este cuento paralelo que empezó siendo otro, con una tinerfeña de 16 años que, gracias a la imaginación y a la literatura, cumplió, sin quererlo, el sueño de conocer a su jugador favorito y, de paso, volver al Rodríguez López.