El año pasado entregó a sus lectores "Una del oeste", una trama en la que resuena algún que otro tiro pero que no es un western. Un comerciante bilbaíno cae muerto en un atraco cometido por un yonqui... A partir de ese suceso José Javier Abasolo (1957) proyecta la que por el momento es su novena novela. Todo empezó hace 14 años con "Nadie es inocente". "Los escritores que nos dedicamos al género negro hemos aprendido a cuidar al lector... Ya no vale presentar una historia de cualquier manera en la que aparezca un crimen, sino que hay que envolver al lector con una buena narrativa", asegura.

Abasolo no oculta que parte de la mala fama que se creó alrededor de la novela negra, salvo las excepciones de grandes firmas que encontraron una gran relevancia a nivel internacional, fue culpa de los escritores que se dedicaron a escribir "auténticos crucigramas en lugar de novelas".

El creador vasco considera que el lector es lo suficientemente inteligente para elegir un libro sin prestar demasiada atención al hecho de si el investigador nació en Nueva York, en Bilbao, Tenerife o Extremadura... "Lo que hay que vender es el conjunto, no los elementos que forman la unidad", dice.

José Javier Abasolo afirma que hay una parte universal, la que tiene que ver con una corruptela, una infidelidad o una operación al margen de la ley, que se respeta en todo el mundo y otra más local como la que "están propiciando ahora mismo los escritores que localizan sus libros en Canarias", concluye.