Ayer por la mañana recibí un wasap de Mat Fernández. El investigador quería saber a quién había sobornado para conocer la identidad del ganador y los finalistas del premio La Farola del Mar 2015. Sin querer, había publicado en la edición dominical de EL DÍA un fallo que se dio a conocer al mediodía de ayer en el Real Casino de Tenerife. No le revelé mis fuentes, por supuesto, pero tampoco le dije que había tenido la suerte del principiante, o que mi torpeza profesional me había llevado a interpretar que los tres primeros jóvenes de la relación que me habían filtrado el sábado por la noche se correspondían con los galardonados en el certamen de relatos que Tu Santa Cruz Noir activó en los IES de Santa Cruz de Tenerife. No me gusta romper ilusiones. Sobre todo, cuando son tan inocentes. Perdón a todos los miembros de esa lista; felicidades a todos los miembros de esa nómina y en especial a Vanessa Pallarés Santos (Colegio Hispano Inglés), que al final fue la ganadora de una cita literaria en la que participaron alrededor de 80 alumnos. Marina Martín González (La Salle San Ildefonso) y Adrián Pérez Martín (IES de Ofra) acabaron siendo los finalistas. Mat no me lo va a perdonar, pero fue sin querer...

Tu Santa Cruz Noir coronó, por fin, a Claudio Cerdán. Sí. Le dio la condición de vencedor al escritor que el sábado comparé con Raymond Poulidor -el campeonísimo ciclista francés que se cansó de almacenar premios en el podio, pero nunca en lo más alto-. El murciano está contento, pero le ha encargado al investigador Roberto Cusac que averigüe cómo demonios logré hacerme con un ejemplar de "Cicatrices", su primera novela. Los vicios lectores no se confiesan; como mucho se comparten. "No sé si el premio abrirá o cerrará una etapa, pero sí que supone una ruptura", declara un narrador que está decidido a quitarse de una vez por todas la etiqueta de joven promesa literaria. "Me han recomendado que me vaya alejando de ese término, ya que aunque aún soy joven lo de promesa dicen que soy más bien una realidad", comenta el autor de "Un mundo peor". Cerdán, que no se atrevió a juzgar en público el grado de locura del jurado que premió su obra, afirma que "esto consolida todos los años de soledad creativa que me han traído hasta aquí... Si es verdad que he dado con una fórmula que gusta al lector habrá que seguir apostando por la novela negra, aunque admito que a mí me gusta experimentar", dijo.

Javier Hernández Velázquez ha sido un buen comisario. La puesta en marcha de esta fiesta literaria del género negro, impulsado desde la Asociación Cultural TuSantaCruz que preside Jesús Pedreira Calamita, no solo ha posibilitado que Cerdán se quitara un peso de encima, sino que ha provocado que durante siete días en la capital se hablara de asesinatos, corruptelas, tramas en general turbias y hasta de cine. Hasta la sombra de Sam Spade ha llegado a sobrevolar durante unas horas el TEA Tenerife Espacio de las Artes ("El halcón maltés"). Un concurso literario que puede ser el vivero de futuros escritores, unos interrogatorios por los que han pasado figuras de tramas detectivescas de gran tonelaje y el compromiso de abrir "Prison Break" para el año que viene -una convocatoria de creación de relatos dirigida a los internos de Tenerife II que contará con el asesoramiento de una unidad didáctica- son argumentos más que sólidos para creer que el año que viene Tenerife volverá a ser durante unos días el epicentro de la novela negra en España. Como remate, un libro con los mejores 25 textos de La Farola del Mar que verá la luz próximamente. ¡Buen trabajo Mat!