Leo con asombro que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha estado pagando a siete trabajadores un sueldo de 2.000 euros mensuales, durante más de tres años, sin trabajar. Estaban en su casa. El consistorio los había despedido, los trabajadores demandaron, y mientras ha durado el litigio han estado cobrando. Así mismo.

En total, más de medio millón de euros han salido de las arcas públicas, de nuestros impuestos, para pagar unos sueldos a gente que no trabajaba y que a fin de mes cobraba tan ricamente. El Ayuntamiento obviamente hizo lo que la Justicia ordenó. No creo que fuera del gusto municipal pagar dineros a cambio de nada.

Y los trabajadores hicieron lo que hubiera hecho cualquiera, luchar por sus puestos de trabajo y agarrarse a un clavo ardiendo a toda costa. Lo increíble es que los tribunales, conociendo el gasto mensual y las circunstancias de esta historia se hayan pasado más de tres años para dictar una sentencia, que además vuelve a ser recurrible.

Ya sabemos que la Justicia es más lenta que el caballo del malo, pero esta historia no es de recibo. Es inadmisible. Saber que algo está ocurriendo, que se perjudica al bolsillo del ciudadano, y no resolverlo es muy feo. Supuestamente la Justicia es una garantía para el ciudadano, ¿no? Pues ya ven.

@sdnegrin