Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito del expresidente catalán Jordi Pujol, ha llegado con una hora de antelación a los juzgados, donde a partir de las diez de la mañana debe comparecer como imputado ante la juez que investiga la fortuna que su familia mantuvo oculta, y que él gestionó entre 1990 y 1992.

El primogénito de los Pujol ha llegado a la Ciudad de la Justicia hacia las nueve de la mañana, una hora antes de la hora fijada por la juez, ocultando su rostro con un casco de moto, que no se ha sacado hasta justo la entrada principal del edificio, en la Gran Vía.

Pujol hijo está citado a declarar como imputado ante la titular del juzgado de instrucción número 31 de Barcelona por los delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales, los mismos por los que también permanece imputado en la Audiencia Nacional, en ese caso en relación con unos movimientos sospechosos de divisas de 32 millones de euros.

Jordi Pujol Ferrusola es el quinto miembro de su familia citado a declarar como imputado por la juez que investiga la fortuna oculta, después de que el pasado mes de enero declararan sus padres y sus hermanos Marta, Mireia y Pere.

La juez considera que la declaración de Pujol Ferrusola es "imprescindible" para la causa, dada la "falta de concreción" de los miembros de la familia imputados sobre los ingresos, los importes y los conceptos de los fondos que tenían ocultos en el extranjero.

Según deduce la magistrada de las declaraciones del resto de miembros del clan, Jordi Pujol Ferrusola fue el que gestionó los fondos ocultos entre los años 1990 y 1992 y quien, posteriormente, se encargó de realizar el reparto entre los siete hermanos y la madre, Marta Ferrusola.

De hecho, en sus comparecencias ante la comisión del Parlament que investiga la fortuna de los Pujol, todos los hermanos se remitieron a las explicaciones que daría ante la juez Jordi Pujol Ferrusola sobre el reparto de los fondos ocultos en Andorra y sus movimientos durante los años en que los gestionó.

El propio Jordi Pujol Ferrusola, pese a la insistencia de los diputados de la comisión de investigación, eludió dar explicaciones sobre su gestión de los fondos ocultos, con el argumento de que primero debía exponerlas en su declaración como imputado ante la juez de Barcelona.

En cualquier caso, corroboró la versión de su padre de que el dinero procede de un legado en divisas que les dejó su abuelo Florenci para que la familia se pudiera mantener, ante sus temores por la actividad política de Jordi Pujol y el futuro de España.

También apuntó que no sabe cómo se administró esta fortuna hasta que su tío Joaquim Pujol i Figa le encomendó la gestión del patrimonio, a partir de 1990.

En su comparecencia ante los diputados de Barcelona, en una maratoniana sesión que se prolongó durante cinco horas y en la que la oposición le afeó su arrogancia, Jordi Pujol Ferrusola repitió también los argumentos que en su día esgrimió ante el juez de la Audiencia Nacional: que nunca ha cobrado comisiones de la administración ni ha operado desde paraísos fiscales.

La imputación de Pujol Ferrusola y su exmujer Mercè Gironés por parte del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz responde a un informe de Hacienda que detectó movimientos sospechosos de divisas del matrimonio durante ocho años (2004-2012) en trece países por 32 millones de euros.

Además de Jordi Pujol Ferrusola, la juez ha citado como testigo para hoy a Marta Pallerola Dolcet, a quien Mireia Pujol Ferrusola señaló como la persona que realizó las inversiones de sus fondos desde Andorra y que, según su versión, logró que la cantidad final de que dispone sea superior a la de sus hermanos.