Un guardia civil destinado en Adeje, identificado como Jesús, será juzgado el 22 de abril por un Juzgado Togado Militar por discutir con un mando directo en un día que estaba libre. Puede pasar varios meses en una cárcel. Pero ese no es el único problema serio al que se enfrenta este agente, según denunció ayer la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), ya que la celebración de esa vista es la última estación de un "vía crucis" que comenzó hace casi dos años, en junio de 2013, y que tienen serias consecuencias en la vida personal, familiar y profesional de dicho funcionario.

Entre otras cosas, Jesús percibe actualmente el 50 por ciento de sus retribuciones y desde la AUGC anunciaron una medida de apoyo, como es la apertura de una cuenta solidaria para ayudar a Jesús. La Asociación Unificada de la Guardia Civil explica que dicho guardia ha sufrido en estos dos años un desgaste físico y psíquico. El proceso comienza con la notificación de la apertura de un expediente disciplinario, para seguir con la advertencia de que será sometido a un juicio militar. Después, se le obliga a acudir a firmar los días 1 y 15 de cada mes, porque se considera que está en libertad condicional. Y se continúa con el cese en el destino y, más tarde, en sus funciones.

El caso de Jesús sirvió de ejemplo ayer a los responsables de dicho colectivo para denunciar la progresiva "remilitarización" de la Guardia Civil que se ha detectado en los últimos años.

El secretario general de AUGC, Alberto Moya, está convencido de que la aplicación del Código Penal Militar al trabajo cotidiano de los agentes del Instituto Armado se debe al temor del Gobierno del Estado a la convulsión social que se espera para los próximos meses y años, tras las serias revueltas antisistema registradas en varios enclaves del país en el transcurso de los últimos años. A juicio de Moya, el Ejecutivo de Mariano Rajoy pretende endurecer la disciplina militar en la Guardia Civil como paso intermedio para no sacar al Ejército a la calle ante las previsibles revueltas sociales futuras.

En estos momentos, hay 30 agentes pasando por una situación similar a la de Jesús en toda España por "meras faltas laborales", según Moya, que estuvo acompañado ayer por el secretario regional de AUGC, Jesús Fernández, y el secretario de organización, José Cabrera. Para Moya, el "Ministerio del Interior no nos quiere y el de Defensa nos acoge en sus cárceles". Fernández aseguró que en ningún país europeo se aprecia tal retroceso en los derechos fundamentales de los agentes de un cuerpo de seguridad. Además, denunciaron que ni el director general de la Guardia Civil ni el ministro han querido recibir a la AUGC para acercar posturas.