El miércoles 25 se terminó el Congreso sobre Agustín de Betancourt, organizado por la Fundación que lleva su ilustre nombre. La asistencia fue aceptable, echando de menos jóvenes estudiantes universitarios o de bachillerato, así como representantes de instituciones tinerfeñas, incluyendo en ellas la ULL, que tenían el programa de los actos por habérseles enviado, demostrando una vez más el escaso interés que se demuestra por una figura digna de ser imitada, especialmente por la juventud, y conocida por todo tinerfeño que se precie, pues hablamos del más universal y polifacético de los ingenieros, no solo tinerfeños, sino españoles, introductor de la ingeniería moderna en España, creando la Escuela de Ingenieros de Caminos en Madrid en 1802, y en Rusia, donde marchó por los problemas políticos de aquella época en España, siendo invitado por el zar Alejandro I, que lo distinguió con su amistad y lo nombró responsable de todas las obras públicas en ese gran país.

El congreso comenzó el día 24 con una presensación por parte del presidente de la fundación, Francisco José Santos Miñón, que comenzó agradeciendo al Centro de Historia y Cultura Militar de Almeyda; la cesión de sus instalaciones para la celebración del Congreso, a la Universidad Europea de Canarias con sede en La Orotava, que envió un conferenciante y una representación de la rectora, demostrando gran interés por el evento; al Museo Elder de Las Palmas de G.C., que envió un representante, porque ellos si consideran de interés este congreso y las enseñanzas y posibilidades que brinda, y a los Colegios de Ingeniería y Arquitectura, que proporcionaron los conferenciantes del congreso, en especial el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, que hizo coincidir la entrega de su Premio Betancourt, a la mejor obra pública entre los años 2010-2013 con el congreso para darle mayor realce.

A las 11.15, D. Juan Cullen Salazar, abogado, descendiente de José de Betancourt y Molina y Castro (por ser el mayor de los hermanos de los once hermanos) y que conserva el valioso archivo familiar de los Betancourt y Castro. Habló sobre diferentes aspectos familiares de Agustín. Entre otras muchas cosas interesantes nos dijo que la familia Betancourt desde 1535 cambió el nombre de Bethencourt por Betancourt, aunque en muchos lugares, incluyendo Madrid e incluso la Escuela de Ingenieros de Caminos, donde fue su primer director, y el Puerto de la Cruz, su lugar de nacimiento en 1758, figura con el apellido francés de quien desciende. A continuación, el representante del Museo Elder (brillaron por su ausencia los museos de Tenerife), D. César Díaz Vega, coordinador de Área, proyectó una serie de maquetas relacionadas con las obras de Betancourt que figuran en dicho museo, y expresó el gran interés del citado museo en su figura como clave para ampliar el área tecnológica del mismo.

A las 12.00, D. Pablo de Souza Sánchez, arquitecto y licenciado en Bellas Artes, en nombre de la Universidad Europea, habló sobre cómo la figura de Agustín debe despertar vocaciones, talento, inspiración y creación técnica entre los alumnos, resaltando el interés de dicha Universidad por su figura y ejemplo. Siendo incluso posible que la Universidad Europea lleve el nombre de Betancourt, el Leonardo Da Vinci tinerfeño, dada la versatilidad de sus conocimientos y obras.

A las 12.45, D. Joaquín Soriano Benítez de Lugo, ingeniero de caminos, nos habló de la obra de Betancourt y su tiempo. Por la tarde, D. Sebastián Matías Delgado, arquitecto, nos habló de la figura de Agustín como arquitecto, mostrando alguna de sus obras como la catedral de San Isaac en San Petersburgo, la Feria de Nizhni Novgorod, compendio de urbanismo y arquitectura, y el Picadero de Moscú, grandioso edificio construido sin columnas, a base de enormes cerchas, para que el Ejército ruso pudiera ejercitarse en el invierno.

A las 18.00, D. Amílcar Martín Medina, doctor en Químicas, nos habló sobre el Betancourt científico y sus estudios pioneros sobre el equilibrio líquido-vapor, como precursores de la termodinámica. Termino el ciclo de conferenciantes con la proyección de un magnífico vídeo de la periodista doña Desiré Hernández, sobre la vida y obra de Betancourt en España, Francia, Inglaterra y Rusia. El dia 25 estaba prevista una Mesa Redonda, que se sustituyó por un interesante coloquio entre D. Juan Amigo, ingeniero de caminos; D. Juan Cullen, D. Carlos Quintana por el Colegio de O.P., y el presidente de la fundación.