El primer ministro británico y líder del Partido Conservador, David Cameron, advirtió hoy a los electores de que el laborista Ed Miliband les "robará la cartera" con una subida de impuestos si gana las elecciones del 7 de mayo.

Tras la disolución ayer del Parlamento, Cameron alertó de que su principal rival planea cambios fiscales que, según él, costarán 3.000 libras (4.100 euros) anuales a las familias.

El líder "tory", que instó a Miliband a detallar su política impositiva, dijo que su cálculo "es una asunción justa", pese a que ha sido cuestionado por el Instituto de Estudios Fiscales y refutado por el Partido Laborista.

Tras criticar a su contrincante, con quien las encuestas le sitúan igualado con alrededor del 30 % del apoyo, Cameron prometió ayudar a las empresas a crear "dos millones de empleos adicionales" si es reelegido.

Rehusó no obstante precisar qué recortes aplicaría en bienestar social para consolidar su proyectado plan de ahorro a largo plazo de 30.000 millones de libras (41.100 millones de euros).

Según el presupuesto anual presentado el 18 de marzo, los conservadores planean recortar en 2015 al menos 12.000 millones de libras (unos 16.400 millones de euros) en prestaciones sociales que no han especificado, además de 13.000 millones de libras (o 17.800 millones de euros) de gasto publico, con el fin de reducir el déficit y la deuda neta.

En otro acto electoral, el portavoz de Economía del Partido Laborista, Ed Balls, prometió que un Gobierno dirigido por Miliband revocaría la rebaja del impuesto de sociedades anunciada en 2013 por los conservadores y que entrará en vigor mañana, reduciendo la tasa del 21 al 20 %.

Según Balls, el dinero ahorrado en beneficiar "a las grandes empresas" se destinaría a reducir los impuestos a 1,5 millones de pequeños negocios, que ganarían unas 400 libras (548 euros) anuales.

"Esta es la prioridad correcta cuando se va justo de dinero", afirmó Balls.

El líder del Partido Liberal Demócrata y actual viceprimer ministro en el Gobierno de coalición, Nick Clegg, acusó a los conservadores de planear "recortar demasiado" y a los laboristas de "tomar prestado demasiado".

"Si lo que quieren es un presupuesto equilibrado y servicios públicos más fuertes, eso es lo que ofrecen los liberaldemócratas", dijo Clegg, cuyo partido se arriesga a ver mermada su presencia en la Cámara de los Comunes con encuestas que le adjudican solo un 8 % del voto.