La Laguna entró anoche de lleno en la solemnidad y silencio propias de sus procesiones al paso de la procesión de las Insignias de la Pasión.

Tras la jornada jubilosa del Domingo de Ramos, protagonizada por la imagen de Jesús entrando en Jerusalén a lomos de su burrita y acompañado de cientos de fieles que agitaban sus palmitos y ramas de olivo, anoche el rostro amoratado y dolorido del Cristo del Amor Misericordioso recordó el padecimiento de Jesús en la cruz hasta su fallecimiento.

El paso del Señor en el Huerto de Los Olivos, obra de Luján Pérez, también procesionó.

Sin embargo, fue la imagen de la Virgen con las Insignias de la Pasión la que nuevamente destacó por el dramatismo de la talla, que cuenta el rostro con lágrimas de sangre, lo que la diferencia del resto de las vírgenes de la Semana Santa lagunera.

Todo ello con la iluminación de los faroles que portan los cofrades de las Insignias de la Pasión del Señor y la Soledad de María Santísima y que procesionan junto a esta talla desde el año 1955.

La vestimenta de esta cofradía está compuesta de hábito de túnica de color negro con botones morados, capirote y capa negra rematada por un vivo morado, sandalias y el célebre farol.

La talla está datada en la primera mitad del siglo XVIII y cuenta con vestiduras bordadas por Sor Nieves Aranda en terciopelo y oro, aunque destaca el paso en su conjunto al mostrarnos una rica iconografía pasionaria.

Esta obra, que se encuentra en el convento de las monjas Catalinas, y según los expertos, conjuga la expresividad serena y el cálido realismo de la imaginería religiosa con la riqueza y distinción de la orfebrería.

En el año 1966 la imagen fue restaurada por el orotavense Ezequiel de León, quien también realizó el ángel que sostiene el cáliz en la década de los noventa.

Hoy, Martes Santo, la Pasión de Cristo estará representada por el Señor atado a la Columna, la Virgen las Angustias, el Santísimo Cristo de los Remedios, así como Las Lágrimas de San Pedro y Nuestra Señora de los Dolores, siendo una de las procesiones más largas y que más cofrades, hermanos y público congregan en la semana santa lagunera.