Raúl Agné se cruzará esta tarde con el club que impulsó su carrera, un Real Zaragoza al que respeta y quiere pero del que no se fía.

¿Qué tal está Dani? ¿Como si no se hubiera ido con Venezuela?

Volverá a jugar. El sitio no se pierde por tarjetas ni por convocatorias de la selección. Está a un buen nivel y nos da seguridad.

¿Cambiará mucho el "once"?

Alguno habrá, como cada semana. El bloque se va consolidando cada vez más. Todo equipo necesita un proceso y ese proceso lo queremos alargar y consolidar.

¿Cómo llega el equipo a esta cita?

Lo veo bien. Cada día mejor. No se distrae ni se dispersa. Entiende el día a día y el partido a partido, que es lo más difícil, y también el ahora, que es llegar a 40 puntos. Y eso solo nos lo dará un triunfo ante el Zaragoza. En eso estamos.

¿Tiene la seguridad de que el Tenerife será competitivo?

Sí. Si hay algo que me ofrece este grupo es la garantía de que se va a esforzar hasta el último minuto y de que será competitivo. Pero es un partido de fútbol y puede pasar de todo, porque no juegas solo, sino ante otro que busca lo mismo. En ese aspecto, el grupo me inspira bastante seguridad.

¿Cuánto falta para que el Tenerife tenga su sello al cien por cien?

Eso no lo vais a ver, porque no he venido a impartir ninguna filosofía ni nada, sino a ayudar al club a intentar ganar partidos con unos jugadores a los que tengo que sacar el máximo rendimiento, tratando de que, poco a poco, se vean detalles de lo que me gusta. Pero, a veces, hay características que no te permiten hacer ciertas cosas. Y lo más importante es que este equipo sí tiene unas virtudes que son importantes en mis principios del juego: que le gusta atacar. Y eso es fundamental, más allá de otros detalles puntuales. Hay que ganar y para eso hay que jugar bien y atacar. Pero esa pregunta cada semana de cuánto falta... Lo que me ilusiona es ver un equipo que compite bien, que va a por la portería y que tiene equilibrio defensivo; y eso lo hacemos y lo tenemos. Vamos a seguir igual. No se trata de estilos o no estilos. Para mí, a veces eso es demagogia.

¿Esconde algún peligro el encuentro con el Zaragoza?

No es porque sea el equipo de mi tierra ni el club que me dio la posibilidad de entrar en el fútbol profesional. Es el que tiene más historia de los que hay en Segunda. Estamos hablando del noveno en la clasificación histórica de la Liga y el séptimo en cuanto a títulos ganados. El Zaragoza es una plaza muy exigente. Está obligado a ascender y los jugadores lo saben. Ahora estamos en la fase decisiva de la competición y el Zaragoza está llevando una trayectoria un poco irregular, pero se ha afianzado en la sexta posición y no la querrá perder. Además, tiene jugadores muy expertos que aparecen cuando menos lo esperas. Es un adversario que, con Popovic, intenta jugar bien al fútbol, siguiendo la tradición histórica del club. Por tanto, es un rival difícil.

Pero le cuesta ganar fuera...

No me fío de las estadísticas. Es cierto que sacó 7 puntos de los últimos 21 y que la única victoria fue de visitante. Vi ese partido. Jugó bien, y eso que el Racing apretó. No me fío de este equipo, porque hemos entrado en una fase en la que todo el mundo aprieta mucho. Al margen de eso, sabemos que estamos en un buen momento, que jugamos en casa y que sacamos adelante los tres últimos partidos en nuestro estadio gracias al esfuerzo y a la afición, que nos ha acompañado y a la que vamos a necesitar. Pero no me fío para nada. Soy de allí y sé lo que se dice, lo que les cuestionan y lo que les critican. Van a venir a pecho descubierto, a por el partido. Seguro.

¿Cómo frenará a Bastón?

Es el típico goleador que parece que no está pero que tiene una capacidad de definición muy alta. Es un referente para ellos. Estamos hablando de un jugador que lleva 20 goles y eso quiere decir que algo está haciendo bien. Es un equipo contundente en el área rival. Marca goles con bastante facilidad.

¿Cuáles son las claves para anular a este adversario?

Le gusta manejar el juego desde la pelota. Para empezar, intentaremos que el balón sea nuestro. Pero es un equipo al que le gusta llevar el ritmo con el balón, tranquilo, para conducirte a su terreno. Y cuando parece que está dormido, despierta. Intentaremos tener precaución y seguir en esa línea de tener el balón, porque así es más fácil encontrar desajustes.

¿Cómo resumiría su relación con el Real Zaragoza?

En principio, soy de allí. Soy un chico de provincias, de un pueblo muy pequeño (Mequinenza). Cuando no esperaba llegar al fútbol profesional, llegaron ellos. Estaba en un campo de tierra, de aquellos de antes, en medio de Los Monegros, y vino un señor a buscarme. Allí empecé a entender lo que es el fútbol profesional. Allí me educaron en ese sentido. Es el club que me dio la oportunidad y soy una persona agradecida. Sin ese momento ahora no estaría aquí. Pero más allá de eso, mañana quiero ganar, y si es 4-0, mejor que 3-0.