Contradicciones que tiene el fútbol. El Tenerife jugó ayer su partido más competitivo desde que cambió de entrenador y, sin embargo, no pudo ganar. Otras tardes, como ante el Leganés o el Osasuna, gustó menos y se llevó los tres puntos. A veces este juego castiga los errores y otras, la falta de aciertos. Ayer, los blanquiazules fueron los dueños del juego durante una convincente primera parte y pusieron las cosas de cara para sentenciar en la segunda, con ese 1-0, marcador ideal para explotar los espacios que dejaba un rival valiente, forzado por la exigencia de sus aspiraciones. Pero el Tenerife no fue capaz de hacer el segundo gol y acabó perdiendo dos puntos. Antes de que Aitor Sanz abriera el marcador, el Tenerife había tardado un cuarto de hora en encontrar su sitio en el campo, pero bastó una acción de Cristo Martín -muy inspirado y vertical-, con un pase interior a Suso, cuyo disparo sacó a córner el portero con la cara, para que en el saque de esquina inmediato el equipo local encontrase el gol que afirmó su confianza. No era un partido fácil: el Zaragoza juega cara a cara, busca continuamente a alguno de los cuatro atacantes que descuelga siempre arriba (Pedro y Jaime en las bandas y William y Borja por dentro) y, aunque no tiene fútbol en el medio, propone un partido de ida y vuelta. El Tenerife lo aceptó y consiguió quitarle filo al ataque rival, trabajó desde arriba, ajustó la presión en el medio y acentuó las vigilancias detrás para acabar la primera parte como dueño y señor del juego, del ritmo y de su área, en la que solo hubo un susto, en la única vez que un lateral aragonés, Rico, se atrevió a pasar de medio campo y generó superioridad en el costado para poner un centro que Borja Bastón cabeceó en el primer palo fuera (43'') por muy poco. La entrada del Tenerife en la segunda parte no fue la adecuada y su falta de nervio lo desconectó del partido durante un rato, que fue aprovechado por el Zaragoza para, más necesitado, dar un paso hacia delante, apretar más, poblar la zona de tres cuartos de jugadores y generar ruido cerca del área. En una de esas acciones empató. Es verdad que fue un gol medio casual -no es normal que Dani Hernández falle en un despeje tan claro- y medio ilegal, porque Vallejo anotó en fuera de juego, pero no deja de ser la consecuencia de aceptar que el partido venga más a tu área que a la contraria. Con el 1-1, que fue en el minuto 53, empezaron a entrar en juego los movimientos desde los banquillos. A Popovic le salieron mejor que a Agné. El local quitó a Cristo Martín y puso a Juan Carlos, tal vez por costumbre, porque en realidad Cristo estaba jugando bien. Quizás lo que buscaba era más verticalidad en las transiciones, lo cierto es que el equipo no encontró la jugada, a pesar de que los maños, lejos de cerrarse a defender el punto, siguieron jugando de frente y hacia delante, tanto que metieron a Natxo Insa y quitaron a Jaime, para hacer un 4-3-3 con Basha más avanzado. En el ida y vuelta, el Tenerife no tenía ya el control de la primera parte, pero el partido pudo haber caído del lado local en una acción de Suso que puso el balón en el área en línea de remate, pero al que no llegó por un pelo Ifrán. Al equipo local le faltó, como en determinadas fases de la primera mitad, mejor elección del último pase, menos precipitación. Es verdad que el Zaragoza, tan adelantado, invitaba a meter el pase directo a Maxi, pero las pocas veces que le fue bien al ataque local fue aquellas en las que hizo ancho el campo y buscó a Suso. Con el partido en el aire, el Zaragoza se quedó con un hombre menos por la expulsión de Mario, precisamente como consecuencia de los riesgos que asume su equipo. Agné, que ya había metido a Aridane por Ifrán, decidió quitar a Moyano, cerrar con tres (más Vitolo) y sumar a Abdón, para jugar con dos arietes fijos, uno contra uno frente a los centrales visitantes, pero al equipo le faltó variar la idea y forzar acciones que favorecieran a este tipo de delanteros, que pedían a gritos centros laterales. El Zaragoza coronó su apuesta metiendo en el campo a Tato, sin encerrarse y tratando de encontrar alguna contra, que apareció casi al final, cuando Aitor evitó el 1-2 en un esfuerzo prodigioso. El empate no premia todo lo que el Tenerife hizo bien, pero castiga lo que dejó de hacer: sentenciar.

1-1

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CD Tenerife: Dani Hernández; Moyano, Carlos Ruiz, Unai Albizua, Cámara; Vitolo, Aitor Sanz; Suso Santana, Cristo Martín; Maxi Pérez y Diego Ifrán. En el minuto 62, Juan Carlos entró por Cristo Martín; en el 73, Aridane por Ifrán; y en el 80, AbdÓn, por Moyano.

Real Zaragoza: Alcolea (1); Vallejo (2), Mario (1), Cabrera (1), Rico (1); Dorca (1), Basha (0); Jaime (1), Willian José (1), Pedro (1); y Borja Bastón (0). En el minuto 66, Natxo Insa (1) entró por Jaime; en el 80, Rubén (s.c.), por William José, y en el 81, Tato (s.c.) por Basha.

Árbitro: Juan Manuel López Amaya (Comité Andaluz). (0). Llevó el control del partido sin problemas hasta que llegaron las jugadas difíciles, entre las que sobresale la acción del gol del Zaragoza, conseguido en fuera de juego. Su asistente estaba en la línea de la jugada y no vio que entre Vallejo y la línea de gol solo había un defensor local. Luego, el colegiado perdió el control, cometió errores de apreciación en jugadas sencillas y con ello interrumpió el ritmo de un Tenerife volcado contra diez, porque ya había sido expulsado, justamente, Mario, que vio dos amarillas muy claras (60'' y 77''). También expulsó a Vitolo, que vio las dos amarillas ya con el partido acabado, una en el terreno de juego y otra en el túnel de vestuarios. En el campo, fuera del tiempo, también fue amonestado Suso. Además vieron la amarilla, en juego, los locales Diego Ifrán (68''), Carlos Ruiz (74'') y Aitor Sanz (74''), y a los visitantes Basha (41''), Dorca (89'') y el técnico Ranko Popovic (83''). Los asistentes fueron José Alcola y César Manuel Noval.

Goles: 1-0. m. 14: Aitor Sanz lanza un córner cerrado, la pelota supera a Alcolea y entra tras golpear en el segundo palo; 1-1. m. 53: Mal despeje de puños de Dani Hernández, Dorca devuelve la pelota al área y Vallejo marca a puerta vacía, aunque en fuera de juego.

Incidencias: encuentro correspondiente a la trigésima segunda jornada de Liga Adelante, disputado en Heliodoro Rodríguez López ante 9.685 espectadores. Tarde fría, con viento, y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. El Tenerife vistió su indumentaria habitual y el Zaragoza lo hizo completamente de negro.