El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reivindicado hoy la marca PP, ha presumido de la "unidad" que hay en su partido y ha ordenado a los dirigentes populares que no se distraigan con discusiones internas "irrelevantes" y que se pongan a trabajar para ganar las próximas citas con las urnas.

Rajoy ha buscado así zanjar la polémica que ha rodeado al partido en los últimos días con cruces de reproches sobre los malos resultados en Andalucía, la supuesta falta de unidad o el liderazgo de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y ha señalado que los objetivos del PP son dos y van "íntimamente ligados": ganar las elecciones y consolidar la recuperación económica.

Además, ha dejado claro que el discurso que tiene que llevar el PP a la calle para pedir el voto es el de la recuperación, porque es un "aval" para el partido y "lo que le importa" a los ciudadanos, ha insistido en que el país va "mejor" y ha asegurado que muchos de los datos que lo confirman no son ya solo macroeconomía, sino "la vida real".

En esta reunión, en la que no ha habido más intervenciones que la de Rajoy, Cospedal y el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, el presidente del Gobierno no ha querido esperar y nada más empezar su discurso ha lanzado un mensaje a los presentes: "Conviene distinguir lo importante de lo que no lo es".

Así, ha empezado diciendo a todos los presentes -dirigentes, presidentes autonómicos, parlamentarios y alcaldes, entre muchos otros- que "conviene no distraerse o dejar distraerse con asuntos menos importantes cuando no intrascendentes o irrelevantes" y les ha pedido centrarse en los dos objetivos citados.

Aunque ha admitido que "cada uno" en el partido tiene "su personalidad" o sus opiniones -"la gracia que tendría que todos fuéramos iguales", ha apostillado-, Rajoy ha negado que el PP sea una fuerza política personalista, para después sentenciar que su partido está unido.

Y lo ha dicho con una frase que se ha llevado el aplauso más rotundo de la sesión: "No voy a hacer ningún llamamiento a la unidad porque este es un partido unido", ha dicho, además de señalar que tampoco hará un llamamiento a la responsabilidad porque su partido la "derrocha".

Ha considerado también de que el país necesita "a un PP en plena forma" para consolidar la recuperación y "garantizar el bienestar" de los próximos años, y por eso ha reclamado a los suyos "un nuevo esfuerzo" ante los próximos comicios, no sólo por el partido sino por el país.

En todo momento ha contrapuesto Rajoy la gestión y la historia del PP con otras fuerzas como el PSOE o los partidos de nuevo cuño como Podemos o Ciudadanos.

Así, ha señalado que la historia del PP tiene "más de veinticuatro horas" y votar a su partido no es hacer "experimentos ni jugar a la ruleta".

"Nosotros no somos un foro de debate o una pandilla de amigos ni nos nutrimos de quienes cambian de siglas a cada momento ni tenemos que andar buscando candidatos por cafeterías", ha dicho.

Y ha advertido de que sería un "disparate colosal" volver a las políticas económicas del PSOE o "apostar por aventuras desconocidas" que pueden "generar inestabilidad y poner en peligro la recuperación en marcha". "La falta de experiencia no es algo positivo en ningún ámbito de la vida y mucho menos cuando se habla del bienestar de 46 millones".

Ante cualquier duda sobre pactos, ha dejado claro que su partido "pacta siempre con los españoles" y "nadie" en el PP, ha advertido, va a salir a pedir el apoyo a otra organización política, sino a los ciudadanos.

No se ha olvidado el presidente de expresar ante toda la Junta Directiva Nacional su agradecimiento a la actual dirección del PP encabezada por Cospedal, quien -según ha subrayado- ha tenido que "lidiar con situaciones muy complejas y muy difíciles".

Cerca de cuarenta minutos ha durado este discurso de Mariano Rajoy, en el que también ha defendido que el PP ha gobernado estos años "con valentía y determinación", en los que se ha conseguido que la recuperación esté en marcha, y los populares se tienen que sentir "orgullosos" de lo logrado con la ayuda de la sociedad y "no con el resto de los partidos".

Y de nuevo un mensaje contra las polémicas internas: Rajoy les ha dicho a los suyos que, para que los ciudadanos entiendan lo que se ha hecho, ellos mismos se lo tienen que creer y defenderlo, y no "enredarse" en "cosas que le importan a veinticinco".

Todo en una reunión en la que los dirigentes y barones populares no han intervenido aunque sí han tenido ante los medios un mensaje unánime de llamamiento a la unidad y de centrarse en las elecciones.

Según lo ha resumido el presidente extremeño, José Antonio Monago, se trata de evitar las discusiones "peregrinas" y no debatir más sobre si son "galgos o podencos".