Los datos de ocupación hotelera en esta Semana Santa han sido excelentes. El Turismo en Canarias vive ahora mismo una especie de sueño maravilloso, del que nunca nadie querría despertar. Las islas son un destino seguro, a corta distancia de Europa, y con unas condiciones inmejorables. Eso, unido a las desgracias de otros enclaves, ha fabricado el sueño.

Pero ¿qué pillamos los canarios de todo esto? Básicamente puestos de trabajo. El sector emplea a unas 350.000 personas. Si no fuera por ello, estaríamos comiendo hierba o haciendo la maleta para largarnos a trabajar quién sabe dónde, como ocurrió en la década de los cincuenta.

Y luego está el asunto del dinero. El turismo mueve 12.400 millones de euros. ¿Cuánto de ese dinero se queda en Canarias? Los expertos creen que se quedan unos 4.000 millones. Pero no hay cifras exactas y menos aún estudios fiables. Lo que está claro es que los touroperadores se llevan la gran parte de la tarta. Dinero que no se queda en Canarias.

Esperemos que el sueño dure mucho. Canarias es un destino muy consolidado y las perspectivas son buenas, pero me temo que el crecimiento turístico no seguirá siempre igual. Y hemos puesto todos los huevos en la misma cesta. La burbuja turística sigue hinchándose. Dios nos libre el día que reviente.

@sdnegrin