Hace unos días, cinco encapuchados a punta de pistola robaron un millón de euros en una conocida joyería del sur de Tenerife. Iban a tiro hecho, se llevaron los relojes. Un millón de euros que se sepa, porque en general las empresas nunca cuentan todo lo que se ha robado.

Cada día entran y salen por el aeropuerto del sur miles de personas. Con casi cinco millones de turistas en Tenerife, y siete días de estancia media, no es muy difícil calcularlo. Pero la conclusión es que es muy fácil comprar un paquete turístico, camuflarse perfectamente como turista, pasar unos días en el hotel de turno, pegar el palo y largarse tan fresco en el mismo avión en el que se vino.

Llegan a las islas, les proporcionan las armas o compran imitaciones, y una semana después están de vuelta, bronceados, bien repletos de cerveza barata y con las alforjas llenas. ¿Quién los pilla? ¿Quién los controla? Nadie. No hay manera de hacerlo. Hay una lista amplia de casos de este tipo sin resolver en Tenerife. La policía tiene pocos mecanismos para controlar estas historias.

Las "tribus", en el sur de Tenerife, están haciendo lo que les da la gana. Seguimos siendo un destino turístico muy seguro, visto lo que hay por ahí fuera, pero sucesos como el de la joyería suelen encender las alarmas. Cuidado con eso.

@sdnegrin