La Mesa es el "corazón" de la Cámara; forma el grupo de trabajo en el que se adoptan cuantas decisiones y medidas sean necesarias para el buen funcionamiento del Parlamento de Canarias, y tiene la representación colegiada de este en los actos públicos. Está compuesta por el presidente de la institución, dos vicepresidentes y dos secretarios. Cristina Tavío es vicepresidenta segunda.

Licenciada en Derecho por la Universidad de La Laguna y Máster en Derecho Comunitario, Cristina Tavío es una parlamentaria muy activa. Es presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Aguas, y forma parte de la Comisión de estudio sobre el Sector Primario en Canarias, de la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, y de la Comisión de Presupuestos, Economía y Hacienda. Sus primeros trabajos se desarrollaron en el marco del Parlamento Europeo, en Bruselas. Ha sido presidenta y portavoz de su grupo en la Comisión de Asuntos Europeos e Internacionales.

¿Cuál es su principal cometido en la Mesa del Parlamento canario y qué actividades destacaría entre sus funciones?

Me ocupo de los asuntos relacionados con el personal de la Cámara y entre mis cometidos también está liderar los debates del Parlamento de Canarias.

Me incorporé al órgano rector el pasado enero en sustitución de Manuel Fernández, que se ha caracterizado por su responsabilidad y su rectitud política. Él se ocupaba de los temas de personal y, pese a que hemos vivido tiempos de austeridad, en esta legislatura se cerró la RPT (Relación de Puestos de Trabajo).

¿Cree que la ciudadanía conoce suficientemente la institución?

Nuestro Parlamento debe servir más que nunca para unir Canarias porque es el órgano representativo del pueblo, la institución donde más se siente Canarias. Está compuesto por 60 diputados de todas las Islas, que van y vienen a sus casas y que, por lo tanto, traen el latir del Archipiélago. Esto es muy importante en una comunidad alejada y fragmentada como la nuestra.

Para mí es un privilegio trabajar a diario con hermanos de El Hierro, Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera, La Palma o Gran Canaria y Tenerife, que se encargan de hacer llegar y transmitir en la Cámara las preocupaciones, necesidades y principales intereses que comparten los ciudadanos que residen en sus respectivas islas.

Sin embargo, el desconocimiento del Parlamento es una realidad que estamos cambiando con trabajo, no solo para dar a conocer la institución, sino también por unir a los canarios con objetivos comunes y, sobre todo, con ambición.

¿Desde la Mesa qué decisiones se han tomado para mejorar ese conocimiento?

En septiembre se puso en marcha una iniciativa en la que se venía trabajando desde el pasado mandato. Me refiero a la transparencia y cercanía de nuestros debates, que ya pueden seguirse en directo a través de la señal institucional de televisión desde cualquier lugar con conexión a internet, incluidos los teléfonos móviles.

Creo que esto va a suponer un antes y un después, también para los profesionales que nos ayudan a acercar el trabajo a la ciudadanía, como son los periodistas, que ya no necesitan desplazarse hasta la sede física del Parlamento para informar de lo que en él ocurre, y esto es muy importante en un territorio fragmentado.

Debo aludir también al programa de puertas abiertas, en cuya puesta en marcha trabajé. Y quiero felicitar a la Mesa tanto por haberlo mantenido como por haber decidido editar un folleto traducido al inglés, que me parece un acierto, pues estamos en una ciudad que necesita recuperar visitantes, y el Parlamento es una joya social, arquitectónica, cultural e histórica.

El número de diputadas ha ido aumentado con el paso de las legislaturas. Así ha sucedido también en la Mesa, ¿cómo valora esta evolución?

Me siento orgullosa de que se haya dado normalidad a la igualdad. Quisiera destacar que, en mi caso, confluyen dos cuestiones: ya en la pasada legislatura formé parte de la primera Mesa, que tuvo mayoría de mujeres después de 30 años y, además, soy la primera canaria que dirige debates del pleno del Parlamento.

También me gustaría subrayar que en la actualidad, tanto en la Mesa como en la Junta de Portavoces, las únicas mujeres que hay son del Partido Popular, María Australia Navarro, como portavoz, Águeda Montelongo, como secretaria, y yo como vicepresidenta segunda.

¿Se ven las cosas distintas desde la Mesa que desde el grupo parlamentario?

El trabajo de la Mesa es más institucional; se dejan al margen las diferencias, y tendemos a unirnos en la gestión y en la transparencia. En este sentido, necesitamos la ayuda de los medios de comunicación, para que dediquen tiempo y espacio a hablar del consenso que existe en el Parlamento, no solo de las diferencias.

A los parlamentarios nos unen unos valores democráticos y una institución como el Parlamento en la que se debaten los asuntos importantes de nuestra comunidad. Pese a la disparidad de criterios, hay muchos asuntos en los que estamos de acuerdo.

Además, debo decir que el Parlamento es hoy más necesario que nunca, pero igual que en otras instituciones, se impone una Cámara legislativa que nos cueste menos y que arregle más cosas; que beneficie más a la ciudadanía.

¿Qué trabajo le resulta más agradable y cuál más difícil?

Lo que más me gusta es atender a los ciudadanos y facilitarles su diálogo con la administración. Lo he hecho siempre, como diputada y también como vicepresidenta. A mi despacho vienen los vecinos, que me piden cita por teléfono y a través de las redes sociales. Me siento feliz con la gente. También creo que he acercado el Parlamento a los barrios de Santa Cruz, puesto que los visito continuamente para escuchar las necesidades e inquietudes de mis vecinos. Así me aseguro que los temas que traemos y tratamos a la Cámara sean iniciativas que de una manera u otra, les den respuesta. Puedo decir con satisfacción que soy una diputada cercana y accesible para los ciudadanos, aunque mantener esa cercanía exige una dedicación que obliga a hacer algunos sacrificios en el ámbito personal.

Tal vez lo que más me cueste sea la parte institucional, que también forma parte de mi trabajo, y que ejerzo con satisfacción. Pero como le digo, representar al Parlamento a veces implica esos sacrificios que no se ven, y me refiero al tiempo que se resta de estar con la familia.

¿Qué diferencia su trabajo en la Mesa del Parlamento del que haya realizado o realiza en otras instituciones?

La Mesa del Parlamento es la primera institución de Canarias y su actividad pública es muy intensa, un ejemplo es el reconocimiento a los cabildos y las menciones especiales a distintas instituciones. Así he podido participar en la entrega de la medalla de oro a las corporaciones insulares de Gran Canaria, La Palma y Tenerife.

Y hemos tenido dos actos que me han hecho especial ilusión: la mención concedida por los 75 años del Real Casino de Santa Cruz de Tenerife, una institución muy querida en la sociedad santacrucera, y el reconocimiento por los 50 años de Los Sabandeños, un grupo que es folclore, tradición y cultura con mayúsculas.