Leíamos en este periódico, el jueves día 9, la referencia que se hacía respecto del informe que está elaborando Sinpromi sobre puntos conflictivos, a tal fin, que existen en el municipio de Santa Cruz. Evalúan en 2.790 puntos conflictivos los relacionados con aceras, vados, paradas de guaguas y aparcamientos reservados; lo que supone más de un 28% de lo analizado. Ello, aparte de lo que a eliminación de barreras en edificios públicos se refiere.

Son años y años los que llevamos hablando de la eliminación de barreras para hacerles la vida más llevadera a discapacitados. También a mamás y papás que trasladan a sus bebés en carritos al uso. Y, por qué no, facilitarles la movilidad a personas mayores -el envejecimiento poblacional es algo constatado- que, con sus achaques, tienen la necesidad de desplazamiento entre sus domicilios y los establecimientos con el carrito de la compra. Yo uno de ellos.

Estoy seguro de que en ese pormenorizado estudio habrán dado con vados que no sirven a la función para la que se ejecutaron. Vado hay en aceras que están alejados del paso de peatones que debiera coincidir con él. Y, por tanto, el vado queda en zona de aparcamiento que siempre está ocupado, con razón, por algún vehículo. No se yo si esta realidad es por causa de discapacidad mental de los técnicos que lo proyectaron o de los ejecutores que lo realizaron, o por quienes trazan los pasos de cebra. Vaya usted a saber.

Luego están los desaprensivos conductores que plantan su vehículo en el vado, sin importarles absolutamente nada los problemas que pueden crear a quienes tuvieran que usarlo por su discapacidad. Supongo que la policía local, en sus rondas, alcanzará a sancionar al infractor. Pero no ha de trascender, porque todos los días ves vehículos ocupando vados acá o allá.

Otro problema de accesibilidad, que no sé si lo contempla el estudio, es el que se da en aparcamientos públicos subterráneos que se han construido, como aquel que dice, anteayer. Aparcamientos con varias plantas que no cuentan con ascensor al exterior para que los usuarios, discapacitados o no, puedan acceder. Y puedes contemplar cómo una mamá que lleva a su bebé en el carrito correspondiente tiene que subir o bajar escaleras ayudada por la buena voluntad de algún otro usuario del aparcamiento. Como ejemplo, valga citar el aparcamiento de la plaza de España en Santa Cruz, o el de La Milagrosa en La Laguna. Bien que son del siglo pasado, pero no tan pasado. Por entonces ya llevábamos mucho tiempo hablando de accesibilidad.