Cáritas ha dejado de atender a 6.000 personas sin recursos en Tenerife. Menos mal que los expertos y lo que ellos llaman indicadores macroeconómicos auguran una mejora de la economía en general. Pues será en la generalidad más general, porque, visto lo visto, todavía hay miles de familias en una situación muy delicada.

Cáritas atiende a 20.000 canarios cada año, y más allá de una bolsa de comida, gestiona a las familias con pocos recursos servicios básicos esenciales como la luz y el agua. La época de las velas para dormir e ir a buscar agua a la fuente supuestamente había quedado lejos.

Cáritas, al igual que otras organizaciones del mismo tipo, ha venido supliendo en parte la labor de los servicios sociales del Gobierno e instituciones durante bastante tiempo. Viviendo de aportaciones propias y de subvenciones, sobre todo de las gubernamentales, que, claro, se han reducido drásticamente.

Y hasta ahí ha llegado la organización humanitaria. Ya no pueden más. Hacen una labor de servicio público, pero les van quitando el poco dinero público que recibían. Paradojas de la vida, ¿no? Paradojas que al final les dan en el lomo a quienes peor lo están pasando. Menos mal que seguimos esperanzados en esa bendita luz al final del túnel que nos tiene a todos hipnotizados.

@sdnegrin