Unos ocho millones de españoles no podrán besar, suavemente, la arboleda, como decía Antonio Machado en su poesía "La primavera besada" porque representan a la población que cuando se produce la polinización floral comienza a estornudar y a sufrir congestión nasal, en el mejor de los casos.

A partir del mes de abril las flores liberan su polen, que se convierte en un alérgeno en personas sanas pero predispuestas, incluso genéticamente, a tener una reacción atípica en su organismo frente a un agente externo (olivo, gramínea) que en sí mismo no presenta ninguna toxicidad.

La coordinadora de la Red Española de Aerobiología (REA), la catedrática de la Universidad de Córdoba Carmen Galán, explica que "ya se están detectando concentraciones importantes de abedul en Galicia, que van a trasladarse a Cantabria". Asimismo, en ciudades como Madrid, Sevilla o Córdoba, donde el diseño ornamental cuenta con plátanos de sombra, se pueden llegar a alcanzar más de 1.000 gramos de polen por metro cúbico de aire al día: "Es la principal causa de alergias durante la primavera temprana, en abril y marzo", precisa Galán.

Otro de los árboles que provoca el 80 por ciento de las alergias, el olivo, podría contar este año con concentraciones de polen de hasta 4.000 granos por metro cúbico de aire al día.

Este cultivo, predominante en provincias como Córdoba y Jaén, prevé una fuerte polinización debido al fenómeno de la vecería, esto es, la alternancia entre bajo rendimiento de flores y aceitunas, que se dio el año pasado, con temporadas como la de 2015 que, si bien dará mejores resultados en la cosecha, supondrá mayor incidencia para los alérgicos a alguna de las proteínas del olivo.

En el caso del 70 por ciento de alérgicos al polen que representan quienes sufren las gramíneas como agente alérgeno debería optar por estar muy pendientes de los pronósticos meteorológicos.

La jefa de la Unidad de Gestión Clínica de Alergia del Hospital Reina Sofía de Córdoba, Carmen Moreno, advierte de que los pacientes que hayan sido diagnosticados, "deben desempolvar el tratamiento" antes de que empiecen los síntomas; quienes debuten con lagrimeos, enrojecimientos oculares, moqueos o estornudos recurrentes, "es necesario que consulten con su médico de cabecera para que los derive al alergólogo si lo considera necesario".

La doctora recuerda que de los medicamentos paliativos, los antihistamínicos solo alivian los síntomas pero no detienen la evolución de la enfermedad y recomienda a los pacientes alérgicos al polen un tratamiento perenne: vacunarse periódicamente en un periodo de 3 a 5 años, dependiendo de la evolución, y con dosis de recuerdo, antes de primavera, si la enfermedad reaparece.

"Es la única manera eficaz de tratar de ponerle cerca", detalla la experta.

Se duplica el número de pacientes en la farmacia

Más de 40 personas de media acuden semanalmente a la oficina de farmacia por alergia durante los meses de primavera. El resto del año, la media de consultas por alergia es de 20 por semana. La mitad de estas personas acuden con prescripción médica, mientras que el resto lo hacen en busca de consejo por parte del farmacéutico. Así se desprende de los resultados de una encuesta realizada entre más de 500 oficinas de farmacia españolas por el laboratorio Stallergenes Ibérica S.A., en colaboración con el portal de formación online Ágora Sanitaria y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Barcelona y Madrid.

La encuesta también aborda el conocimiento de las vacunas para la alergia o inmunoterapia con alérgenos por parte de los farmacéuticos: el 85 % informa de esta opción al usuario y, aún así, la mayoría asegura estar interesado en obtener más información sobre estos tratamientos y en actualizar su formación sobre las vacunas. Además, 7 de cada 10 tiene una opinión favorable de la inmunoterapia con alérgenos frente a los antihistamínicos.

Más de la mitad de los farmacéuticos considera que la ayuda que prestan al cumplimiento y adherencia de los tratamientos prescritos por el especialista es fundamental. Y más del 60% valora que ayudan "mucho" o "bastante" en la información sobre los tratamientos.

Cristina Rodríguez, Jefe del Departamento de Formación y Desarrollo profesional del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), destaca la elevada participación de los farmacéuticos en la encuesta: "Debe tenerse en cuenta que el alto índice de participación registrado es una demostración del amplio interés que tienen los farmacéuticos en actualizar sus conocimientos en alergias. Se demuestra la necesidad de obtener más herramientas para ofrecer un mejor consejo".