Miembros de la unidad de Protección del Entorno Urbano de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife interpusieron ayer una denuncia en el Juzgado de Guardia de la capital en la que acusan de prevaricación continuada a la jefa del Servicio de Gestión Medioambiental y Sanidad del Ayuntamiento por no tramitar decenas de denuncias.

En el citado documento, al que tuvo acceso EL DÍA, dos agentes municipales aseguran en su denuncia que han observado "lo que a su entender puede ser un presunto delito de prevaricación continuada" en la citada funcionaria.

Según explicaron ayer fuentes del Sindicato de Trabajadores de la Administración Pública (STAP-Canarias) en la Policía Local, la medida la adoptan "al observar y comprobar en sus dependencias, y por descargos (...), que ha dejado prescribir unas treinta denuncias formuladas por los dicentes, archivándolas o dejándolas prescribir en el cajón de forma intencionada".

Supuestamente, una veintena de dichas actas no tramitadas se han dirigido contra una misma persona.

Las denuncias realizadas por los agentes del Proteu y supuestamente no tramitadas en el departamento de Gestión Medioambiental y Sanidad hacen referencia a hechos ocurridos entre enero y junio del año pasado.

Según explican desde STAP-Canarias, los agentes se sienten "infravalorados", ya que se anula su trabajo y los denunciados llegan a decirles a los policías "que se limpian el culo" con las actas formuladas por los agentes municipales, "ya que se las anulan en Sanidad Municipal".

Los funcionarios denunciantes aseguran en el escrito que, de esta manera, la labor del Proteu queda menoscabada.

La Unidad de Protección del Entorno Urbano se ocupa, entre otras cosas, del cumplimiento de la ordenanza de tenencia de animales, los residuos sólidos o la ubicación de mesas y sillas en las vías.

Los ocho policías que integran el Proteu se ocupan, por ejemplo, de que los dueños de perros potencialmente peligrosos cumplan con los requisitos que estipula la Ley o de evitar que se alimente a palomas, ratas o gatos asilvestrados.

Algunas de estas últimas denuncias se han dirigido contra una ciudadana que se dedica a tirar comida que sirve de alimento a ratas o palomas. Este comportamiento de dicha vecina ha generado malestar entre comerciantes de la zona de la Rambla de Pulido, que se ven obligados a desratizar sus negocios. Este problema se ha mantenido en los últimos siete años.

Ayer no fue posible conocer la versión de los hechos de la concejal responsable de Gestión Medioambiental y Sanidad Municipal del consistorio capitalino, Yuri Mas.