El músico y cantante andaluz David DeMaría (Jerez de la Frontera, 1976) se muestra feliz por volver a Tenerife. La última vez que lo hizo fue para recoger su galardón en la gala de los Premios Cadena Dial 25 Aniversario, pero mañana, sábado, lo hará para actuar en la plaza San Marcos de Tegueste, dentro de la gala de elección de la Romera Mayor, donde dará un repaso a sus temas más conocidos, a los del último disco, "Otras vidas" y quizás a alguno de los que integrarán el álbum que prepara en su estudio. El intérprete del tema principal de la exitosa película "Ocho apellidos vascos", junto a Leire Martínez, intervendrá con otros dos músicos, uno de los formatos con los que defiende la gira "Otras vidas".

"Voy con un formato bastante original que ha surgido este año con esta gira. Voy con una guitarra eléctrica, Red Hamani, que es un argelino afincado en Madrid, en el que he descubierto un guitarra brutal. También llevo a Víctor Iniesta, con el que estoy componiendo el nuevo disco. Es fundador del grupo El Bicho y guitarrista de Manolo García, que actuará con guitarra española, y yo con la acústica. Es un concierto muy de escuchar sonidos de eléctrica, guitarras españolas con escalas andaluzas y flamencas, y yo con la acústica, más rítmica y cantando canciones que más o menos se conocen, como Que no quiero problemas, Precisamente ahora, o Preciosa mía".

También comentó que tocarán alguna canción especial "más aflamencada, que me gusta tocar en Canarias, sobre todo mi parte más de ese poso andaluz. Allí me siento como en casa y tiraremos de esa parte más racial de mi repertorio, con temas que la gente pueda cantarlas y se lo pase bien. Es un formato que suena de una manera distinta. Es el más cómodo con el que estamos moviéndonos, en acústico, tan al desnudo, sin batería, sin tu banda completa, pero es una manera de sobrevivir. Y te hace sentir vivo y más músico (...). La gente está acostumbrada a escuchar las canciones de DeMaría quizás muy arropado por piano y a mí me mola mostrar las canciones con una crudeza más guitarrística".

Este cantautor se muestra muy activo. Compagina con energía su gira por España con la preparación de su próximo disco, que espera sacar después del verano. "Estoy inmerso en el laboratorio musical a tope, a veces desde las 10 de la mañana hasta 10 de la noche. Estamos en plena fase de arreglos, de elección de músicos e incluso de composición de última hora. Estoy muy contento de haber vuelto a encontrarme con Víctor Iniesta, porque para un solista componer con un guitarra en el que tienes confianza, respeto y admiración mutua, es especial. Nos vemos todas las mañanas y ya hemos encajado una quincena de temas que le han gustado mucho a la Warner. Es un disco relativamente cercano que me ha cogido con ganas. A veces, el solista se siente muy solo, tanto en tu carrera como en tu parte íntima de componer y cuando encuentras un alma gemela, como me ha pasado con Víctor, pues vuelve a renacer la energía y la confianza".

Este Capricornio, que podría ser el título de su nuevo álbum, vive una nueva etapa en su vida en la que se siente más equilibrado, sensación que considera ha trasladado a los temas que integrarán su nuevo registro que ya asoma su hocico. "Hace muy poquito que me he casado, con 39 años, he estirado todo lo que he podido mi adolescencia, y eso se refleja en que estás calmado. Uno no escribe tan apasionadamente, sino más contemplativamente, y vivir en el centro de Madrid ha hecho que el disco lleve ese espíritu de mestizaje que se respira y además grabando en La Latina, que es también un barrio muy bohemio..."

"Luego", añadió, "me iré a meter las últimas voces a Chiclana. Las letras hablan del momento de regeneración que tenemos que vivir todos, tanto en nuestro entendimiento como dentro de una pareja, matrimonio o familia, como en el entendimiento general entre la sociedad y empezar a darnos cuenta y despertar, porque nos han tratado muchos años como a marionetas, que la caja tonta de la televisión es un arma de doble filo para la educación de las nuevas generaciones. Tenemos que empezar a dejar a un lado más lo material, porque nos han vendido todo lo material y se nos ha olvidado un poquito pensar más con el alma, con los sentimientos y con la sencillez de no vivir nunca por encima de nuestras posibilidades. Todo va muy deprisa con esto de las redes sociales y se están perdiendo valores y eso es peligroso para las nuevas generaciones. Me gustaría que mis hijos no se encontraran con un mundo como el que estoy viviendo ahora, donde creo que estamos un poco contaminados por esa velocidad de crucero. El próximo disco lleva ese espíritu de parar tu propio tiempo, tu reloj de arena y vivir en armonía y dejarse de tantas velocidades y de tanto materialismo".

Ha llovido mucho desde que David DeMaría emprendió su carrera en solitario tras su etapa en el grupo Keliam 71. Él asegura que se encuentra en un periodo de madurez que es contradictorio por lo que él desea hacer y los demás quieren que haga, según la fuerza de la costumbre.

"Es contradictorio a veces, porque estoy en un momento en el que lo que te empieza a gustar a ti quizás llegue menos al público. Estoy en ese punto en el que quieres darle madurez a tus producciones, a tus armonías, a tus letras, que, a veces, creas un puente muy distinto con el público que se enamoró de cada vez que estoy sin ti o no me llores más preciosa, y claro, el público cree que eres eso y que tienes que hacer eso. Al músico, cuando es inquieto, le gusta tocar otras músicas y se va juntando con otro tipo de músicos, pues intenta crecer por un lado, y por el otro te acojona perder un poco el público que ha creído en ti. Ahí andamos", matizó.

A pesar de esta realidad, que no le resta ánimos para seguir adelante con su carrera, este cantante, músico y compositor se autodefine como "un intérprete lírico que lleva el quejío de su tierra y que nunca ha faltado el respeto al cante jondo del flamenco. Nunca he querido ir de ñoñero llorón en mis canciones y tampoco he querido que se me vea mucho el plumero de mis referentes, sino que he intentado tallar mi voz y mi garganta para hacerme un sello propio. Lo definiría como un intérprete honesto que canta a su manera sin venderse".

David DeMaría sigue adelante con su carrera, a la que dedica todo el tiempo del mundo. Su sueño es seguir conectando y siendo cómplice de su público, con el que comparte sus sentimientos y emociones a través de un estilo musical que refleja la influencia del flamenco puro y del pop. Así espera hacerlo mañana en Tegueste.