Pone a la venta sus acciones, pero no las podrá comprar cualquiera. El promotor y administrador único del mercado San Pablo, Pablo Montesinos, está dispuesto a desprenderse del paquete accionarial que posee en Inversiones Turísticas Bezanilla S.L., la sociedad que explota la citada recova gourmet lagunera.

Lo hace porque la compleja puesta en marcha y posterior cierre de la innovadora iniciativa comercial ubicada en la calle Herradores le ha supuesto un "desgaste" y un "desprestigio" personal que ya no soporta. "Quiero retirarme del mercado", dice.

No obstante, aclara que no venderá sus acciones -un 40% (38+2%)- a cualquier comprador. Y lo afirma en referencia a dos de sus socios en la mencionada empresa, José Ángel Marrero García y Óscar Saavedra Soler, con los que mantiene un enfrentamiento por el control de la administración de este proyecto. "No confío en estas dos personas", subraya. "Cometí un gran error en meterlos en la empresa. Hubiese sido preferible perderlo todo", añade.

En este sentido, y aunque prefiere no hablar de cifras, Montesinos asegura que no ha pedido "cantidades desorbitadas" por las participaciones de las que es propietario. Con ello hace referencia a una reunión con los dos socios citados, que él niega haber mantenido, en la que, supuestamente, se habló de precios.

El promotor de la recova gourmet avanza, además, que la empresa Arquitectos Técnicos de Canarias (ATC), que también posee un 20% de las acciones de Inversiones Turísticas Bezanilla S.L., también está dispuesta a desprenderse de su paquete accionarial. Es decir, que saldría a la venta el 60% de la sociedad que explota el ahora cerrado mercado San Pablo.

Precisamente, del cierre del comercio -el pasado 6 de abril-, derivado del impago de determinadas obligaciones y por las deficiencias técnicas detectadas por la Gerencia de Urbanismo, Pablo Montesinos responsabiliza a gran parte de los operadores -solo salva a cuatro-, a los que acusa de "no estar al día" con los pagos.

Según calcula, la deuda de los inversores con la empresa que explota el mercado asciende a algo más de 94.000 euros -más 18.000 euros de luz-, mientras que la deuda de la compañía ronda los 60.000, que tendrían que ver con el alquiler del inmueble (46.000 euros por dos meses), agua (3.400 euros) y luz (7.500 euros).

"El mercado no lo ha estropeado el ayuntamiento ni los clientes, porque ha estado, en muchos momentos, masificado", asevera. Es decir, "que la gente no ha pagado porque no ha querido", incide Montesinos, quien sostiene que si los operadores pagaran "podríamos hacer frente" a los impagos.

Respecto a las "difamaciones" que, a su juicio, han vertido sus socios y algunos operadores a lo largo de los últimos días, Montesinos advierte de que "tomará las medidas judiciales oportunas".