Fue en el año 1946 cuando de forma fortuita un pastor beduino, que buscaba a una cabra extraviada de su rebaño por las montañas de los alrededores de Qumran, a orillas del Mar Muerto, encontró en una cueva los primeros recipientes con manuscritos en su interior. Aquel hallazgo originó un despliegue de arqueólogos por los alrededores del yacimiento para localizar más documentos. Al final, hallaron cerca de un millar de manuscritos, en once cuevas, gran parte de los cuales están depositados en el Santuario del Libro de Jerusalén y en manos de la Autoridad Arqueológica de Israel.

Este histórico descubrimiento es el argumento central de la exposición "Los manuscritos del Mar Muerto. Qumran", que se desarrolla hasta el 26 de abril, en el convento de Santo Domingo de La Laguna, muestra que estuvo complementada con un seminario que fue impartido por Adolfo Roitman, director y conservador del Santuario del Libro, al que asistieron un centenar de personas.

Esta iniciativa de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna, organizada por la asociación Harmatán, cubre tres aspectos, según explicó el comisario de la muestra, Ángel Quintero. Tiene una parte histórica arqueológica donde se describen las cuevas de Qumran, cómo y porqué se descubrió. Luego hay una destinada a los propios manuscritos, en la que se explica su importancia en la historia y la secta judía de los esenios, autores de los manuscritos que vivieron en Qumran, y la tercera está destinada a los manuscritos hoy en día, donde están expuestos y el Santuario del Libro, un edificio con una arquitectura singular.

También hay unas vitrinas en las que se exhiben reproducciones de los recipientes de barro en los que guardaron los manuscritos y las lámparas con las que se alumbraban los esenios cuando entraban a las cuevas.

La teoría de por qúe se guardaron los citados documentos, según Jesús Quintero, es que "ante el avance de Roma, el yacimiento de Qumran fue arrasado por los romanos, se colocaron en las cuevas para preservarlos y esconderlos. De hecho, han estado en las cuevas durante dos mil años al margen de cualquier contacto con nadie, pero los rollos se hicieron en Qumran. Hay teorías que dicen que quedan más yacimientos".

En este sentido, se refirió a uno de los manuscritos, el único escrito sobre cobre, el resto son de piel de oveja y de cabra. "En este rollo se habla de que a lo largo del desierto de Judea hay escondidos elementos del templo de Jerusalén, tesoros y más bibliotecas, lo que hace suponer que todavía queda mucho por descubrir".

El contenido de los textos, que fueron escritos entre los años 250 a.J. y 66 d.C., es de carácter religioso, pero también los hay sobre astronomía, los salmos, el del templo, que mide nueve metros y medio de largo, o las normas que regían a los esenios, "un grupo judío disidente que abandonó Jerusalén y se ubicó en Qumran".

La importancia de los manuscritos es muy elevada. Son las versiones más antiguas conocidas de las Sagradas escrituras hebreas. "Hay quien lo considera el descubrimiento más importante del siglo XX desde el punto de vista arqueológico e histórico. Los manuscritos del Mar Muerto cambiaron la Historia Antigua. Todos los parámetros tienen que ser cambiados debido a la información que proporcionan sobre esa zona y las historias narradas en el antiguo testamento, modifica los conceptos, las ideas existentes, además de las cronologías que teníamos hasta la fecha. Es un periodo en el que comienzan las grandes religiones monoteístas, el judaísmo, el cristianismo y el islamismo".

A raíz de los textos escritos por los esenios se descubre que "influyeron en los movimientos monásticos de la Edad Media; o como ellos manejaban un calendario solar, frente al resto de los judíos, que lo hacían con el lunar; o el rollo que habla de la guerra entre las fuerzas del bien y del mal (...). Incluso hay una leyenda urbana que dice que pueden hacer temblar las columnas de la iglesia católica".