Se acercó al PP tras el cruel drama de Miguel Ángel Blanco y porque buscaba a los "mejores gestores". Sin embargo, aún hoy, cuando encabeza la lista popular al Parlamento canario por Tenerife, dice que le gusta más la función pública que la política. Guillermo Díaz Guerra acaba de dejar la subdelegación del Gobierno para dar un salto precisamente más político y lo hace satisfecho de su gestión, de la coordinación lograda y los resultados, por ejemplo, en seguridad ciudadana. Preguntado por la amenaza del terrorismo yihadista, recalca que no existe ningún dato de que se haya introducido por las barreras que hay.

Al llegar al cargo, una reciente ley lo convierte en director de las fuerzas de seguridad. "No sabía nada de esto y he tenido la suerte de contar con un excelente comisario policial provincial y dos jefes de la Guardia Civil y submandos que son grandes profesionales. Las cifras de la seguridad están ahí, como las de las zonas turísticas, y no son casualidad, sino fruto de sentar a los agentes económicos, hoteleros, sociales y fuerzas de seguridad para coordinar, planificar y abordar los problemas. En mi primer año, la incidencia de hurtos era preocupante, pero una vez detectado el problema y lo que ocurría y cuándo con ciertos grupos organizados, te fijas unos objetivos y ya el segundo año tuvimos felicitaciones por los datos".

Según explica, se ha logrado que, "en las etapas en que esta delincuencia se daba más, ahora no se registran picos de aumento, con lo que, o ya no vienen o no les dejamos delinquir igual, pero detrás hay un trabajo brutal. Se puede decir que Canarias no tiene un problema de seguridad", subraya.

¿Y el terrorismo yihadista con lo que está pasando en el Norte de África? Díaz Guerra remarca que la Guardia Civil y el CNI le han transmitido que, "por lo menos en esta Provincia, no hemos tenido ninguna sospecha, movimientos o alertas de yihadismo por individuos o grupos. Estamos donde estamos, pero hay un sistema de barreras y control. Nunca me han dicho que existan motivos para preocuparnos por estos filtros".

A escala nacional, lamenta que la nueva ley de seguridad "sea una gran desconocida. Muy poca gente la ha leído y muchos se limitan a lo que les cuentan sobre lo que supuestamente incluye, pero, por ejemplo, no dice que no se pueda grabar a un policía y que te sancionen por eso, sino que no se puede hacer un mal uso de la grabación. La ley no coarta ninguna libertad. Es más, cubre las necesidades de las fuerzas de seguridad, que muchas veces se veían incapaces de actuar. Las sanciones no se modifican, no hay ningún artículo que diga que se multará con 30.000 euros por evitar un desahucio o protestar con la cara tapada: lo que no se puede hacer es protestar con violencia. La ley es excelente", concluye.

De sus aportaciones, destaca lo que le han indicado los que han trabajado junto a él: "Que no ha habido interferencias políticas, algo que me han agradecido sin que yo preguntara si otros las hicieron antes; hemos simplificado muchos procedimientos y el tiempo de respuesta, sobre todo en extranjería, donde se ha pasado del silencio administrativo a rebajar la espera un 20%. Tenemos algunas de las oficinas periféricas entre las mejores de España. Salvo una, todas están por encima de la media y se me habla de ecuanimidad, ilusión, coordinación, sentar a la gente para que se conozca y llamar a cualquiera por hacer las cosas bien".

Pese a sus logros, cree comprensible que los que han pasado por este cargo no repitan por su magnitud. "No tienes vida personal, aunque me ha sorprendido de forma increíble la preparación, entrega y vocación del personal".

Sobre la relación entre Canarias y el Estado, por la que tanto se queja Rivero, dice que el Gobierno regional "tiene un discurso distinto de puertas hacia afuera y adentro. Las relaciones han sido muy fluidas y fructíferas, otra cosa es que se haga propaganda. Por ejemplo, lo que se decía de playas de Santa Cruz o de San Andrés lo he vivido en silencio, pero con rabia al darte cuenta de que decían muchas verdades a medias y mentiras que, con el tiempo, quedan demostradas administrativamente con documentos. No hemos obstaculizado proyectos, pero la réplica en los medios no es mi concepto de la política ni el del PP. Nunca usé el cargo para promocionarme y, pese a la experiencia que haya acumulado, mi perfil comunicativo ha sido muy bajo".

Le preocupa que se haya paralizado la gasificadora de Granadilla "por un error administrativo en el procedimiento. Habría que ver quién contrató ese estudio de impacto ambiental incompleto".

Sobre los recortes, recalca que los ha habido en toda España. "Gobernar nos ha resultado muy complicado por heredar una cuenta corriente que no era la que se nos dijo y con compromisos aún pendientes. Por supuesto que ha bajado la inversión en carreteras, pero en toda España y esto hubiera pasado con o sin pacto CC-PP. Lo que no se puede hacer es engañar. Nadie se pregunta si la Comunidad se ha retrasado con proyectos o por qué se han hecho puentes en la autopista del Sur que no sirven para nada, por qué se destina el dinero a otras cosas o no te dicen en qué se gasta y, por eso, se cortan las transferencias".

Pensando en las elecciones, y aunque dice que en su vida ha votado casi a todos, está convenido de que ganarán en Canarias. También sostiene que el "optimismo" que percibe en la calle respecto a la economía y el PP "no se refleja en las encuestas porque la gente sabe lo que se juega y no va a arriesgar, aunque los partidos emergentes tengan un discurso muy atractivo por populista o por frescura de no haber gobernado y pretender cambiarlo todo". Eso sí, no se moja sobre los posibles pactos, aunque sí resalta que Clavijo "sea el primero que ha renegado de Rivero. Sus maneras y lo que dice resulta muy inteligente".

Como Australia Navarro, subraya su empeño en bajar impuestos como el IGIC (del 7 al 5% y del 3 al 2%), suprimir el de sucesiones, reducir el IRPF, simplificar la administración y luchar contra la economía sumergida y el fraude. Además, defiende la política energética y que se "racionalice" la rentabilidad de las renovables, pues lo del 400% no se da en ninguna parte". Sobre el petróleo, no descarta que Repsol vuelva a intentar hallarlo y lo vería bien, aunque esto impida un pacto con CC. "Espero que la búsqueda de recursos naturales y riqueza no sea un obstáculo para pactar la presidencia de Navarro. La política canaria necesita ser más humilde, reconocer errores, saber dar las gracias y pedir perdón, caminando por la calle con normalidad".

Rato, la burbuja y el PP

En un día como el viernes, resultó ineludible la pregunta que combina cuatro letras más que usadas desde el jueves: Rato. Para el exsubdelegado, todos los indicios apuntan a que el otrora casi mito del PP "hizo mal", si bien cree muy positivo que actúe la justicia. "Las referencias de él eran por su gestión, que coincidió con el mejor momento de la economía". ¿Y no eran pies de barro por la burbuja, la ley del suelo de 1998 y por construir el triple que Alemania, Francia e Inglaterra? "Creo que no, pero sus delitos no tienen que ver con su gestión, sino con sus actividades privadas posteriores a estar en el Gobierno o anteriores por su herencia. La burbuja se debió a las circunstancias, sobre todo por la entrada en el euro, por cuya reconversión se sacó mucho dinero para invertirlo en viviendas. Al haber demanda, hubo oferta. La ley del suelo lo facilitó, pero fue un acicate económico. Lo que prueba esta actuación es que nadie está por encima de la justicia, que es autónoma. Y esto pasa por gobernar el PP, ya que, aunque se piense lo contrario, nunca usamos la administración en beneficio propio o contra otros". Sobre la amnistía fiscal, cree que es menos ético tener dinero fuera y que lo que se buscaba era aumentar los ingresos y que afloraran irregularidades.

Guillermo

Díaz Guerra

cabeza de lista del PP al parlamento por tenerife