Contundente, reivindicativo y con un discurso muy social. Así se ha mostrado el escritor Juan Goytisolo en la ceremonia del Premio Cervantes, donde ha tenido palabras contra la crisis política, la corrupción, el paro o los nacionalismos y donde ha lanzado un guiño a Podemos.

Un discurso que ha sido breve -uno de los más cortos en la historia del premio, tres hojas-, pero en el que ha dicho muchas cosas, como ya había anunciado. Un discurso en el que ha reivindicado a Cervantes y el de un indignado por la injusticia social, la tragedia de los inmigrantes y los desahucios.

"Porque las razones para indignarse son múltiples, y el escritor no puede ignorarlas sin traicionarse a sí mismo", ha subrayado el autor catalán afincado en Marraquech, la ciudad a la que ha dedicado el premio, junto a su maestro Márquez Villanueva.

"Volver a Cervantes y asumir la locura de su personaje como una forma superior de cordura, tal es la lección del ''Quijote''. Al hacerlo no nos evadimos de la realidad inicua que nos rodea. Asentamos al revés los pies en ella. Digamos bien alto que podemos. Los contaminados por nuestro primer escritor no nos resignamos a la injusticia", ha sentenciado el autor en su discurso, titulado "A la llana y sin rodeos".

Y como ya anunció Juan Goytisolo (Barcelona, 1931), un escritor heterodoxo e irónico y que siempre ha intentado romper cánones, no se ha puesto chaqué, como manda la tradición del premio.

Vestido con una chaqueta de cuadros grandes y la única corbata que dice tener, todo en tonos verdes y marrones, el autor de "Señas de identidad" se ha sentido en todo momento "abrumado" y desdoblado", como ha señalado a los periodistas.

En esta ceremonia del Cervantes, en la que don Felipe y doña Letizia han presidido el premio por primera vez como reyes, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, en su discurso ha repasado la biografía del escritor y ha destacado su proximidad con Cervantes, tanto desde el punto de vista del escritor como del hombre.

También ha subrayado cómo ambos recurrieron a la ironía "para hacer decible lo que el poder arbitrariamente marcaba como indecible".

Según el ministro, mientras que en otras ocasiones hay "que buscar y a veces hasta inventar el vínculo cervantino del galardonado", en esta edición ha sido fácil, porque para Juan Goytisolo, según sus propias palabras, "su patria es el español y su nacionalidad es la cervantina".

Mientras, el Rey ha valorado "la mirada crítica" del nuevo premio Cervantes, cuya "deslumbrante obra" ayudará a los españoles a replantearse "visiones e ideas establecidas" y les impulsará a reflexionar sobre el presente y el pasado, "para así quizás afrontar mejor el futuro".

En su discurso, el Monarca ha defendido a Goytisolo como uno de los principales representantes de Cervantes en castellano de las últimas décadas y una figura "cumbre de la literatura en español", que ha realizado además "aportaciones fundamentales" a la historia cultural de España.

Tras la ceremonia de entrega del premio, que ha sido un poco más sobria y algo más fría que otras, y a la que no ha acudido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por encontrarse en Bruselas en un Consejo Europeo extraordinario, sí han estado presentes numerosos representantes de las instituciones nacionales y locales.

Así, allí se hallaban el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio; y el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.

Además del director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha; el director de la Academia de Lengua, Dario Villanueva; el académico José Luis Gómez; y los candidatos del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, y al ayuntamiento, Antonio Miguel Carmona.

Alfonso Guerra, que ha comentado a los periodistas que el discurso de Goytisolo ha sido "reivindicativo, como toda su vida"; Carmen Alborch, Carmen Posadas, Marta Rivera de la Cruz, Mercedes Mommany, José María Ridao o la viuda del escritor Carlos Fuentes, Silvia Lemus.

Todos ellos se han querido acercar al paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares para compartir con Goytisolo la entrega del premio más importante de las letras hispánicas.

Tras la ruptura del protocolo de la ceremonia, y ya en la recepción en uno de los patios de la universidad, don Felipe y doña Letizia, con un vestido rojo carmesí y de crepé y el pelo recogido en un moño, han hablado con Goytisolo y han posado para la foto, en la que por primera vez no estaban los familiares del premiado.

Aunque, eso sí, a Juan Goytisolo le han acompañado dos de sus sobrinos: Julia, la hija de su hermano fallecido José Agustín y que da nombre al famoso poema "Palabras para Julia", musicado por Paco Ibáñez y todo un icono para una generación, como ha recordado Alfonso Guerra; y el hijo de Luis Goytisolo, Gonzalo, que es pintor.

"He hablado con los Reyes, que han sido muy simpáticos, y se nota que la Reina sí ha leído mi obra", ha concluido un Goytisolo con ganas de pasar este trámite y volver a vivir su tarea de escritor con "adicción".