Manuel Correa Afonso, el único alcalde socialista que ha conocido La Victoria de Acentejo, anunció anoche, acompañado por más de un centenar de militantes y simpatizantes del PSOE, que la dirección federal del partido le ha obligado a renunciar a ser candidato a la Alcaldía. Entre las lágrimas de compañeros, amigos y familiares, un Manuel Correa sereno y sonriente confirmó que no será candidato por novena vez y que cede a la presión de la dirección nacional de su partido "por responsabilidad y por ética personal", para "no dejar a los vecinos de La Victoria sin candidatura del PSOE".

La amenaza de los dirigentes del PSOE de que retirarían toda la candidatura si Correa no dimitía ha sido clave para que el veterano político claudicara, pero sin esconder su indignación por "este comportamiento inquisitorial". Criticó la "escasa seriedad e improvisación" de la federal, que primero aprobó su candidatura y luego le obligó a abandonar, con la lista ya presentada y publicada en el BOP, "para contentar a algunos medios nacionales".

"Para la federal, que solo piensa en las elecciones generales, Canarias queda lejos y La Victoria es solo un punto en el mapa", lamentó.

Abogó por cambiar el código ético del PSOE, "que no puede estar por encima del estado de derecho ni de la constitución", y sentenció: "Mi obligada renuncia animará a nuestros rivales a denunciar a los gobernantes honestos del PSOE para apartarlos de la política".

"Desde 1996 no han parado de denunciarme, y ya fui candidato estando imputado en 1999, 2003, 2007 y 2011. Si hubiera existido antes este código ético, La Victoria nunca hubiera tenido un alcalde del PSOE", remarcó.

Manuel Correa defendió su inocencia en el caso del edificio Palenzuela, "donde no hay cohecho ni malversación", aunque hizo un augurio negativo: "Quedaré marcado para toda mi vida por el estigma del deshonor". Insistió en que él, como alcalde, se limitó a "firmar lo que elaboró un funcionario", y añadió: "Estoy seguro de que Pedro Sánchez o cualquier alcalde de este país hubiera firmado ese expediente".

Lamentó la lentitud de la "injusticia", que "después de cinco años, y de 14 meses de abrir juicio oral", aún tramita el caso que lo aparta de la política.

Correa quiso destacar, además, a su número dos, Juan Antonio García Abreu, que ahora se convertirá en el primero de la lista. De su sustituto dijo que es "un hombre bueno, honrado y generoso". Vaticinó que será "un magnífico alcalde" y quiso marcar diferencias con los candidatos de CC y PP: "Juan Antonio será el único candidato no imputado".

Aurelio Abreu, Rafael Yanes y Pedro Martín fueron los tres únicos pesos pesados del PSOE de Tenerife que ayer acompañaron a Correa en su amarga despedida.

La edil y dirigente del PSOE victoriero María Isabel García subrayó que Correa "ha sido y sigue siendo un hombre fuerte del partido". Sin perder en ningún momento la sonrisa, Correa no quiso desvelar anoche si volverá o no a la política: "El futuro está por ver".

las claves

Una denuncia de CC presentada en noviembre de 2010 por las obras del edificio Palenzuela es el origen de su imputación y de la apertura de juicio oral hace ya 14 meses.

El sustituto será el joven concejal Juan Antonio García Abreu, que en las elecciones de 2011 ocupó el puesto número cuatro de la candidatura del PSOE.

Casi nueve veces candidato socialista

El exalcalde de La Victoria de Acentejo y hasta anoche candidato del PSOE a recuperar la Alcaldía, Manuel Correa Afonso, iba a liderar la plancha socialista victoriera por novena vez consecutiva. Correa fue candidato del PSOE en La Victoria en 1983, 1987, 1991, 1995, 1999, 2003, 2007 y 2011. No ha podido repetir en 2015 por las presiones de la dirección nacional del PSOE a raíz de una información publicada en El Mundo, pese a contar con el respaldo de su agrupación.

La repentina despedida de Correa de la política pone fin, al menos temporalmente, a una trayectoria ininterrumpida de 32 años. Empezó como edil opositor en 1983 y se despidió con el mismo rol en 2015, pese a que fue en 2011 el candidato más votado. Formó parte del gobierno local entre 1991 y 1995, y entre 1995 y 1996 fue alcalde, pero sufrió una moción de censura.

En 1999 ganó las elecciones locales con mayoría absoluta, un resultado que repitió en 2003 y 2007. En 2011 volvió a ganar, pero sin mayoría absoluta "por apenas 60 votos".

Correa considera que el PSOE, al obligarle a dimitir, "ha hecho el juego a la derecha victoriera, que desde 1996 no ha parado de presentar denuncias contra mí para tratar de apartarme de la política. Lo hicieron en 1999, en 2003, en 2007 y en 2010, y esta última denuncia, con el apoyo de un sistema judicial lento y trasnochado, ha sido el motivo de mi exclusión ahora, cinco años después".